Crítica de danza: Del juego a la realidad

Cohesión En el elenco de Cámara Danza UNA, se ve la integración y el manejo de un estilo

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En el marco de la celebración del 40 aniversario de la creación de la Escuela de Danza de la Universidad Nacional, la Compañía Cámara Danza UNA, bajo la guía de la coreógrafa y directora Vicky Cortés, cpmenzó la temporada 2014, con la presentación de la obra titulada Margarita.

Es un montaje constituido por múltiples escenas sin orden cronológico que parte del intertexto del poeta nicaragüense Rubén Dario, el cual le dio el nombre a la obra. No pretende ser anecdótico, sino que el archiconocido poema A Margarita Debayle fue el móvil para disparar la creatividad y plantear el tema en torno a la educación y sus deformaciones en el comportamiento.

Esta propuesta escénica tiene como objetivo central presentar una mirada crítica de la sociedad, a partir de un juego que remite al espectador a situaciones vividas en la infancia; esos momentos donde se fija la conducta a seguir para poder encajar en un sistema, que está lleno de imperfecciones.

En esta oportunidad, Cortés quien ha dirigido la agrupación desde 2011, logra mostrar un elenco cohesionado y con solvencia técnica e interpretativa. En este trabajo participaron los intérpretes creadores Sofía Solís, Kimberly Ulate, Lourdes Venegas, Jerry Vindas, Irene Araya, Yul Gatjens y Mónica Sánchez.

Como parte de equipo de artistas que intervinieron en la puesta cabe destacar al pintor Adrián Arguedas y al compositor Alejandro Cardona. Para la iluminación trabajó con Antonio Cordero y el vestuario fue resuelto entre Arguedas y Cortés. Margarita cuenta con movimientos de la danza contemporánea, utilización de la voz de los bailarines, gestos teatralizados, una banda sonora que alterna el silencio, proyecciones en video, un espacio sin escenografía y trajes blancos con diseño unisex salpicados por algunos detalles de color.

En cuanto al tratamiento plástico formal, es interesante el resultado en el manejo del movimiento que alcanzó Cortés y su elenco. En la composición espacial se evita el tratamiento del unísono para privilegiar la individualidad. Todos abordan los dibujos corporales con buena proyección y aplomo corporal.

Además, la propuesta coreográfica está construida con instantes lúdicos que resaltan la crítica a la sociedad con elementos de nuestra identidad cultural. Un ejemplo de esto es la escena del solo de Yul Gatjens cuando dice “papá pápápápápá…..”. Imagen ideal para recordar como un niño de cinco años, hace pocos días, en Costa Rica, asesinó a otra adolescente porque estaba jugando con una pistola.

No todos los bailarines dominan la voz durante la ejecución del movimiento. En este sentido, se hace necesario que algunas intérpretes trabajen aún más en la proyección del sonido.

Margarita es una creación donde la relación entre forma y contenido es eficiente para que la audiencia se sienta reflejada en lo que sucede en el escenario.

Todos los recursos que se utilizaron tuvieron coherencia en la dramaturgia, nada fue gratuito, y esto se agradece.