Crítica de danza: Creciendo en los escenarios

Cultivar: Este es un espacio que se fortalece con la participación de la mayoría de los creadores activos

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Al terminar la quinta función del XII Festival Nacional de Danza Contemporánea, y luego de que 16 grupos estatales e independientes mostraran trabajos de su repertorio, es evidente que este espacio es fundamental para la disciplina coreográfica costarricense. Principalmente, porque les permite a los coreógrafos y bailarines enfrentarse a un formato de escenario de mayor dimensión que los que la mayoría de los elencos nacionales acostumbra utilizar. Recordemos que en la actualidad, los espacios para danzar son pequeños y escasos. También, en este encuentro, se pueden observar las obras con mejores condiciones técnicas y, para el público, es una opción más para disfrutar de buena danza.

Prueba de lo anterior es lo observado en la última presentación en la que se bailaron dos coreografías grupales y dúos.

El Colectivo Clá, integrado por Adrián Arriaga y Diego Álvarez, fue el primero en salir a la escena e interpretó la obra de Anton Lachly, titulada Idea de hombre viejo , la cual contó con música de Vivaldi, Bach y Puccini. En estos dos bailarines, pudimos constatar el crecimiento tanto en proyección como en soltura técnica. También, la iluminación nos permitió ver mejor los gestos de los personajes.

Como segunda intervención, más de una decena de bailarines de UNA Danza Joven le dieron vida a Escenas , creación de Erick Jiménez y Maruxa Salas, la cual posee música de Michael Galasso. Este trabajo, de corte lineal, permitió a los jóvenes intérpretes jugar con los tiempos musicales e interactuar en parejas.

Llamó la atención que Mario Vircha participó de manera personal, sin representación de ninguna agrupación. Él interpretó su obra Amónisis al lado de Wendy Chinchilla. Ambos mostraron en el dúo una hermosa cualidad de movimiento y dominio corporal al ejecutar esta creación de nueve minutos. La energía de ambos sirvió para ilustrar como se complementa lo masculino y femenino de forma eficiente. Fue otra oportunidad para apreciar la capacidad de Chinchilla como una excelente bailarina.

El grupo independiente EX-ánima, dirigido por Ana María Moreno, mostró la propuesta titulada Califa . Fue interpretada por bailarines del grupo e invitados; además, cuenta con Video de Adrián Cordero y está musicalizada por José Duarte.

Como falta de profesionalismo debemos de calificar la falla técnica que se dio al iniciar este último trabajo. En la era digital ya no se justifica que la proyección de un video rompa la magia de una obra.

Superado, lo anterior. El grupo bailó con toda su energía, a tal grado que se ganó el reconocimiento del jurado.

La organización proporcionó buena información en el programa de mano y también se abrió un foro de discusión, espacios escasos en nuestro medio. Sin embargo, todavía se deben de pulir ciertos aspectos para una optimización de un evento que, indiscutiblemente, es necesario para el crecimiento de los intérpretes y creadores. Asimismo, las bases de participación deben revisarse a la luz de los tiempos actuales para satisfacer las necesidades del gremio.

El cierre del XII Festival Nacional de Danza Contemporánea dejó varios premios: uno para Wendy Chinchilla, otro compartido para Adrián Arriaga y Marko Fonseca, como mejores bailarines y un tercero del público para el Grupo EX-ánima.