Buscar culpables y mirar al pasado parecen un esfuerzo por querer “tener razón”.
Los jueces, los patólogos y los historiadores tienen a la vista lo que fue. Si su proceso de recolección de datos es esmerado, podrán explicarnos lo que ocurrió.
Los científicos también producen su ciencia mirando hacia el pasado. Son los hechos los que les permiten formular hipótesis y, cuando dan por aceptada la hipótesis, lo hacen con experimentos o con verificaciones que moran en el pasado.
La persona que diseña un edificio hace una apuesta con el futuro. Dados unos supuestos sobre el comportamiento de los materiales, de la estructura y del medio, apuesta a que la estructura funcionará.
Si fallan los materiales, la estructura, o si el medio presenta unas circunstancias no previstas, la estructura no funcionará.
Cuando se exploran oportunidades, se educa a chicos, se conduce una empresa, se conduce una nación, se mira al futuro, y quienes lo hacen, entran en el terreno de la incertidumbre.
Hay más probabilidad de acertar si miramos al pasado. Quien mira al pasado, describe. Quien mira al futuro, diseña. Son dos cosas bien diferentes.
En el pasado no hay actores nuevos.
Todos quedaron congelados.
En el futuro, con toda seguridad, siempre saltará la liebre.
La predicción no es lo esencial de la ciencia. La predicción siempre contiene un elemento de azar, pues el futuro es desconocido. Diseñar es predecir.
¿Qué es más importante: tener razón o ser productivo?
Oí decir que el cerebro humano no está diseñado para buscar la verdad, sino la supervivencia. O sea, que es un aparato biológico, no epistemológico.
En ciencia, las verdades se descubren; en algunas otras actividades humanas, las verdades se construyen.
Para descubrir las verdades hay que utilizar el método científico.
Para construir un edificio, una nación, una escuela exitosa, un mensaje vivificante, alguien tiene que elegir a cuáles problemas quiere dar solución, plantearle unas exigencias a la solución, producir unas opciones de solución, evaluarlas, y escoger. Eso se llama diseñar.