Un emplazamiento directo de parte de los magistrados espera esta tarde a la presidenta Laura Chinchilla, cuando se baje del avión que la trae de España.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Luis Paulino Mora, la encaró ayer junto a los congresistas. “Insto a los diputados y a la propia Presidenta de la República, a que sepan rectificar este gravísimo error, porque lejos de reivindicar el Parlamento, están enterrando la patria”.
Esto lo dijo sobre la decisión del jueves en el Congreso, de impedir la reelección del magistrado Fernando Cruz, con el argumento de que era un “llamado de atención” para la Corte.
Mora emplazó a Chinchilla durante su discurso, el primero de 11 que se pronunciaron este lunes en una sesión de Corte Plena llena más de indignación que de solemnidad.
El domingo, La Nación publicó que para Chinchilla el cese de Cruz responde al ejercicio de la potestad del Congreso. “Me parece que ni yo, como Poder Ejecutivo, ni me parece que ningún otro poder puede negarle el ejercicio de esa potestad”, expresó la mandatario desde España.
En tanto, el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, descartó ayer que el Gobierno tenga la potestad para restituir a Cruz y, más bien, propuso que el conflicto se solucione por la vía judicial.
Ayer, en la sesión de la Corte, todas las intervenciones giraron en torno al mensaje que se redondeó con un comunicado oficial de la Corte: “No aceptamos que se pretenda una magistratura alineada a ningún partido político y rechazamos categóricamente las claras amenazas de la jefatura del partido de gobierno para amedrentar a las magistradas y magistrados de esta Corte”.
Esto fue leído con solemnidad, con los 21 magistrados de pie, al igual que el público abundante como nunca, vestido en su mayoría de negro en señal de protesta y con la foto de Fernando Cruz en varias pancartas.
Allí había jueces, fiscales, defensores públicos y otros funcionarios como una representación de los 12.000 empleados del Poder Judicial que, según los magistrados, están unidos ante “esta amenaza a la independencia judicial”, según el manifiesto oficial.
Esta ha sido la reacción después de que el diputado Fabio Molina, jefe del oficialismo en el Congreso, dijo que la decisión de no reelegir a Cruz para ocho años más es “un llamado de atención para la Corte”.
Algunos miembros del máximo órgano del Poder Judicial dijeron incluso estar dispuestos a dejar sus cargos con evitar que la Corte se rija por los intereses políticos.
“No somos monigotes ni turecas”, señaló Rolando Vega, magistrado de la Sala II.
“Este es un noviembre negro. Todo ciudadano con conciencia debe manifestarse”, exclamó la magistrada Magda Pereira, a tono con la convocatoria para realizar una protesta pública este jueves.
Para el compañero de Cruz en la Sala IV, Ernesto Jinesta, las intenciones políticas van dirigidas directo a este tribunal, por la importancia de los temas que tramita. “Es el órgano encargado de ser el intérprete último de la Constitución y eso a algunos no gusta”, declaró.
¿Sobredimensionan? Tras conocer la reacción en el Poder Judicial, el diputado Fabio Molina, consideró ayer que se está exagerando.
“El señor fiscal general y algunos magistrados han sobredimensionado los acontecimientos de un ejercicio libre de facultades de los diputados.
”Lo han elevado a un conflicto entre poderes y lo han calificado como un ‘golpe de Estado técnico’. Lejos está esa de ser la realidad y debemos ser cautos y respetuosos de las competencias de los diferentes poderes, para no generar alarmas en el país”, contestó el legislador, voz y cara de la decisión oficialista de no reelegir a Cruz.
Por su parte, el ministro Francisco Chacón también hizo un llamado a la mesura. “Nos corresponde a todos actuar con prudencia, mucha prudencia”, dijo.
En la acera del Movimiento Libertario que votó contra Cruz, el diputado Adonay Enríquez criticó la gestión de la Corte y recalcó que los puestos deben renovarse.
“Yo dije ‘conmigo no cuenten con ese voto’. En este país las nuevas generaciones merecen oportunidad. ¿Qué es?, que los magistrados son vitalicios?”, expresó.
El Gobierno niega haber tenido participación a pesar de que la diputada libertaria Patricia Pérez dijo el viernes que el ministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, le solicitó personalmente el voto para impedir la reelección de Cruz. Benavides negó ese hecho.