La Contraloría General de la República refrendó el 30 de marzo el contrato de reconstrucción y mantenimiento del balneario de Puntarenas, suscrito entre el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) y la empresa Navarro Avilés.
Dicho acuerdo establece que la compañía constructora tendrá un plazo de 240 días calendario para llevar a cabo las diferentes obras dentro y en los alrededores del balneario, que ha permanecido en abandono por más de 12 años, indicó Carlos Ricardo Benavides, ministro de Turismo.
Widman Cruz, gerente del Incop, estimó que las obras de construcción comenzarán en un plazo no mayor a los 15 días y, una vez listas en nueve meses, la institución se las entregará a la Municipalidad de Puntarenas.
En este caso, el municipio será el responsable de sacar a concurso la administración del centro recreativo con el apoyo del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), confirmaron, por separado, Benavides y el alcalde de Puntarenas, Rafael Ángel Rodríguez.
“ El ICT, como órgano con especialidad en el desarrollo de licitaciones turísticas, apoyará a la Municipalidad en el diseño del cartel. La idea es que el balneario lo administre una empresa con experiencia y vocación”, indicó Benavides.
Nueva cara. Si todo sale como está previsto, los puntarenenses y visitantes de la Perla del Pacífico no volverán a contemplar las instalaciones del balneario en total estado de abandono, como ahora.
Las labores de reconstrucción incluyen demolición y limpieza del área; remodelación y mantenimiento del edificio administrativo; construcción de un edificio de dos pisos destinados al bar y al restaurante, y un área de dos piscinas.
El balneario también contará con espacio de juegos para niños, aceras nuevas alrededor del lugar, zonas verdes, espejos de agua, sistemas de riego y de iluminación, y casetas de vigilancia.
El contrato establece, además, que el centro recreativo debe tener un adecuado sistema de recolección, tratamiento y disposición de aguas negras y servidas.
Las obras de reconstrucción y mantenimiento tendrán un costo de unos ¢1.500 millones, que saldrán del presupuesto del Incop.
Estos recursos, a su vez, se nutren de la concesión del puerto de Caldera, que se cristalizó en el 2006, según indica la Ley Reguladora de la Actividad Portuaria de la Costa Pacífica de Costa Rica (N.° 8461).
Entre otras cosas, la reglamentación obliga al Incop a “invertir los recursos en obras públicas de desarrollo turístico”, añadió Benavides, impulsor de la citada ley.
Lo que viene. Una vez que el balneario muestre su nueva cara, el siguiente proyecto en lista será el nuevo parque marítimo de Caldera, puntualizó el gerente del Incop.
Se levantará en el cruce de Mata de Limón y las instalaciones del Incop, frente al mar. Tendrá estacionamientos, zonas verdes, área de juegos infantiles, duchas, baterías sanitarias y algunos quioscos, detalló Cruz.
Esta obra está valorada en unos ¢750 millones y la financiará Incop. Una vez terminada, pasará a manos de la Municipalidad de Esparza.
El gerente Cruz expresó que esperan superar unas gestiones administrativas con la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) y en un plazo de 15 días podría salir el cartel de licitación.
El objetivo es que las labores de construcción comiencen en tres meses, después de la adjudicación y el respectivo aval por parte de la Contraloría.
“Le estamos dando señales concretas a la comunidad. Buscamos desarrollar obras que impacten positivamente”, manifestó el gerente del Incop.