Los más de 120 minutos de música que ofreció la agrupación Dream Theater fueron pocos, para el eufórico público que llegó a verlos anoche, al Palacio de los Deportes.
Como una ola que desde lejos se ve que vendrá con fuerza y al llegar a la costa arrasa con todo, así fue el concierto de los estadounidenses en Heredia.
Cómo describirlo de otra forma, si es que desde las 5 p. m., cuando se abrieron las puertas, el público supo que lo que estaba por venir no era para menos: tres pantallas en forma de cubos y una enorme batería ubicada al centro del escenario vaticinaban que el grupo les daría una fuerte descarga de rock.
No era broma. A las 7:55 p. m., cuando las luces se apagaron la banda capturó la atención de las miles de almas que estaban ante ella, con la proyección de una animación donde los integrantes del grupo emprendían un viaje por un sitio fantástico.
Llevados hasta el éxtasis con la apertura del show, los fanáticos se unieron en una voz para interpretar el primer tema de la noche Bridges in The Sky , tema del último disco de la agrupación: A Dramatic Turn Of Events .
De inmediato, vinieron dos canciones de cosechas anteriores: 6:00 y The Dark Eternal Night , que electrizaron a los presentes. Esto pese a que el sonido del Palacio de los Deportes no les ayudó a los potentes acordes de la música del grupo.
Sin embargo, a una buena parte del público eso le importó poco –o eso parecía–: la gente se concentraba en cantar, en alzar sus manos y grabar el momento en sus teléfonos celulares.
“Es grandioso estar en su hermoso país”, dijo el vocalista James La Brie, luego de saludar a los costarricenses y prometerles un show de dos horas.
La noche avanzó y llegaron más temas de la última producción de la banda, como This is The Life y Lost Not Forgotten .
Solemne. Vino después uno de los momentos claves de la noche: un solo de batería que demostró el talento de Mike Mangini, una de las últimos fichajes del grupo.
Los espectadores alabaron su desempeño. Empapado en sudor y con una reverencia, Mangini agradeció a los fanáticos.
Luego fue el turno de uno de sus temas más emblemáticos A Fortune in Lies , de When Dream Day Unite , su primer disco.
La banda sorprendió a su público con una versión acústica y un poco más lenta de The Silent Man interpretada únicamente por La Brie, y el tecladista Jordan Rudess.
Conservando la intimidad de ese momento tocaron Beneath The Surface . Para esta canción se unieron al trío que estaba en escena el bajista John Ro Myung y el baterista Mike Mangini.
La energía pasó de menos a más con la interpretación de Outcry , en la que los cinco integrantes de Dream Theater hicieron más gala de su virtuosismo. El público no pudo hacer más que ovacionarnos.
Precedido de una hermosa introducción al teclado de Jordan Rudess, llegó después una de las grandes canciones de esta banda: Surrounded . El Palacio de los Deportes era pura emoción.
El concierto avanzaba hacia su final. On The Backs of Angels, War Inside My Head y The Test Stumped Them saciaron la sed de rock de los presentes.
Al llegar a casi dos horas de música continua, John Petrucci sorprendió a la emocionada audiencia con un solo de guitarra que anticipó The Spirit Carries On , del disco Scenes From a Memory .
Al cierre de esta edición Dream Theater se despedía de los presentes, que no los querían dejar ir. Los estadounidenses se despidieron con el tema Metropolis .
Colaboró el periodista Arturo Pardo.