Los costarricenses censuran ampliamente el inicio tempranero de la campaña electoral.
Son 66 de cada 100 personas quienes califican de “perjudicial” para el país ese pronto comienzo, frente a solo 14 de cada 100 que lo consideran “beneficioso”.
Así lo revela Unimer en su más reciente encuesta.
Los fuegos electorales se encendieron en forma prematura en las tiendas del Partido Liberación Nacional (PLN), luego de que el exministro de la Presidencia Rodrigo Arias anunciara su intención de aspirar a la candidatura presidencial de la agrupación para los comicios del 2014.
También, aunque en forma menos contundente, el exdiputado Antonio Álvarez Desanti hizo público su interés por competir en una convención interna para definir quién será el candidato liberacionista.
En el Partido Acción Ciudadana (PAC), las intenciones han sido mucho más sutiles. Al menos cuatro dirigentes no descartan entrar a la lucha por la candidatura, pero ninguno lo ha hecho oficial hasta ahora.
La tempranera incursión de Arias –que lo ha llevado a recorrer el país, formar su dirigencia y hasta a montar una oficina de campaña– también obligó a Unimer a consultar sobre intención de voto, algo poco usual a menos de un año del cambio de Gobierno.
En contra. Pero los resultados de la consulta de Unimer no solo evidencian el perjuicio y el beneficio del pronto comienzo de la precampaña. También muestra una especie de censura contra los políticos que rompieron fuegos electorales.
El 62% de la población está en desacuerdo con que quienes aspiren a la Presidencia de la República hayan comenzado desde ya las actividades proselitistas.
Solo un 15% de los consultados avala el arranque prematuro de la carrera electoral, mientras que a un 17% de los ciudadanos “le da igual” esta situación.
Quienes más adversan el inicio anticipado son las personas de 50 años de edad o más y con educación secundaria.
Por otra parte, un 66% de los entrevistados opina que la campaña tempranera es perjudicial. Así lo ven, en su mayoría, los hombres, personas de 40 años o más y quienes tienen nivel socioeconómico medio y alto.
Mientras, un 14% ve esta situación como algo beneficioso y un 20% se muestra indiferente.