Nueva York. EFE. Wall Street firmó ayer su mayor caída de agosto, en una jornada en la que volvió a instalarse en los mercados los miedos a una ralentización de la economía mundial tras una tanda de datos peor de lo esperado en Estados Unidos y China, y las renovadas dudas sobre la crisis en la zona euro.
Los inversionistas arrancaron la sesión en números rojos arrastrados por el mal sabor de boca que dejaron el miércoles las cuentas de Hewlett-Packard (HP), que se desplomó más de ocho puntos porcentuales tras perder $8.857 millones en su tercer trimestre y rebajar sus pronósticos para el conjunto del año.