Colonos de Gaza: Conflicto con Hizbulá muestra error desconexión

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José Vericat

Ain Zurim (Israel), 15 ago (EFE).- Los antiguos colonos judíos de Gaza, expulsados de sus hogares hace un año, consideran que el conflicto con la milicia chií libanesa de Hizbulá ha demostrado que la llamada Desconexión sólo sirvió para envalentonar a los enemigos de Israel.

"Muchos habitantes del norte de Israel, que ahora han tenido que dejar sus casas por los cohetes disparados por Hizbulá, nos han dicho que se arrepienten por no haber hecho lo suficiente por evitar la retirada israelí de Gaza", dice Anita Tucker, de 60 años y portavoz de los antiguos colonos de Gaza.

Según Tucker, si Hizbulá hubiese visto al Ejército israelí luchar contra los palestinos en Gaza que disparan cohetes contra Israel y no que abandonaban ese territorio, no hubiera lanzado su ataque.

Con este argumento ella y otros muchos antiguos colonos consideran que los acontecimientos que han seguido a la retirada israelí de Gaza han demostrado lo certero del principal lema de la campaña contra el plan de evacuación: "La desconexión concede una victoria al terrorismo".

Una victoria, que según la tesis -cuyo máximo exponente es quizá el líder de la oposición parlamentaria de derechas israelí, Benjamín Netanyahu- seguirá con la expulsión de Judea y Samaria (Cisjordania) y después de Europa.

Igualmente, argumentan los seguidores de esta escuela de pensamiento, la retirada israelí de Líbano en junio del 2000 dio paso a la Intifada de Al Aqsa, en septiembre de ese mismo año.

También, señala Tucker, ha aumentado la polémica sobre el plan del primer ministro israelí, Ehud Olmert, de desmantelar asentamientos judíos en Cisjordania.

Con este "os lo habíamos avisado" los antiguos colonos judíos de Gaza compensan algo del dolor que aún sienten por haber perdido sus hogares y por el relativo olvido en el que ha caído su causa.

Tucker, siempre tocada con una amplia gorra que cubre casi la totalidad de su pelo gris, afirma que el plan de evacuación de Gaza "ha sido un desastre. No ha resultado en nada positivo".

Ante todo, los colonos acusan a las autoridades israelíes de incompetencia.

Tan solo en las últimas semanas, casi doce meses después de haber sido evacuado de sus casas, han salido todos los colonos de las habitaciones de hostales y hoteles para entrar en sus propias viviendas junto a las demás familias de los antiguos asentamientos.

En la localidad de Ain Zurim, cerca de la ciudad israelí de Ashkelón, un poco más al norte de la franja de Gaza, las autoridades israelíes les han construido una urbanización compuesta por filas de chalés de una sola planta y tejado rojo.

Según Tucker, el objetivo es mantener a la comunidad unida antes de regresar, "quizá no en los próximos años pero sí en futuras generaciones" a la franja de Gaza y retomar, de acuerdo con su deber religioso, la Tierra de Israel.

Algunas casas más abajo, Sara Dadon está de acuerdo con que la retirada de Gaza no ha provocado una mejora de la situación de seguridad de Israel.

"Si hubiera propiciado la tranquilidad lo habríamos reconocido. Pero el hecho es que los ataques desde la franja de Gaza han aumentado", explica.

Pero Dadon no coincide con Tucker en que los judíos volverán a la franja de Gaza lo que, por otro lado, no le impide seguir comprometida con mantener el espíritu de comunidad en el que vivían en Gaza.

De hecho, destaca que uno de los problemas a los que se enfrenta ahora es que con su nueva vida en Israel "tienes que demostrar quién eres mientras que en (el bloque de asentamientos de) Gush Katif ya te conocían todos".

Por el momento, Sara disfruta de haber recuperado su privacidad al no estar sujeta a las reglas del hostal en que se alojaba hasta hace dos semanas.

No obstante, una vez logrado el objetivo de volver a vivir en una casa propia, la nostalgia del hogar perdido se ha intensificado.

Y afirma: "Hecho de menos, la casa, el lugar, la arena, el mar y la calma". EFE

jvp/em/fpa