La oportunidad tiene fecha y no quiere dejarla pasar. La presidenta Laura Chinchilla viajará mañana a El Salvador para una cita con sus colegas centroamericanos y confía en coincidir ahí con el nicaragüense Daniel Ortega.
Si la siempre sorpresiva agenda de Ortega lo hace aterrizar en San Salvador este martes, Chinchilla pretende desinflar ahí cualquier conflicto en torno al dragado del río San Juan y dar un paso notable en la armonización política de la región.
La mandataria recordó que no ve a Ortega desde la toma de poderes, el 8 de mayo, cuando tampoco tuvo demasiado tiempo para conversar con él. Ortega estuvo ausente en la cita de mandatarios en Panamá, la semana antepasada, y aún no ha confirmado su presencia en la cumbre de mañana.
“Hace tiempo que no lo veo”, reconoció Chinchilla este viernes, luego de abstenerse de comentar la reacción de Managua tras una advertencia que la Cancillería costarricense envió sobre los planes de Nicaragua de dragar el río San Juan.
“Es una carta fuera de toda lógica”, dijo Ortega sobre la nota que le envió el vicecanciller costarricense, Carlos Roverssi, para advertir que Managua no puede tomar, por sí sola, la decisión de dragar el río si estos trabajos afectan el lado sur de la frontera.
Chinchilla admitió desconocer los detalles del diferendo, pero aseguró ser capaz de superar el desencuentro y encaminarse con Ortega a la relación de cordialidad que se propuso desde los albores del Gobierno, casi como una prioridad de su política exterior.
Pero con Ortega hay más que asuntos bilaterales. La mayoría de los países centroamericanos aboga por la reincorporación de Honduras a los foros regionales tras el golpe de Estado de junio del 2009. Nicaragua se opone.
Retorno hondureño. Chinchilla es una de las voces que estiman necesario incorporar a Honduras ahora que tiene un gobernante electo por voto popular (Porfirio Lobo). Ortega insiste en que a su amigo Manuel Zelaya lo sustituyeron de modo ilegítimo y, por tanto, el orden no ha vuelto a Tegucigalpa.
De estos temas habló Chinchilla con el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, durante una hora y media, este viernes por la mañana. Intentaron adelantar conversaciones para la cita extraordinaria auspiciada por Mauricio Funes.
Chinchilla saldrá en el primer avión del martes hacia El Salvador y tiene previsto regresar por la noche, habiendo concretado con sus colegas algunos de los temas en agenda, incluido el de Honduras.
En la actividad, esperan también al presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, al del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, y al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Estos organismos se proponen revistar las políticas públicas para asegurarse de que lo social tenga prioridad y para concertar el financiamiento de programas contra la pobreza, informó la agencia de noticias AFP.
Los mandatarios, sin embargo, tienen también en agenda el otro gran problema que estresa a los 40 millones de centroamericanos: la inseguridad.
El canciller costarricense, René Castro, viajará hoy para las reuniones previas, en las que pretenden adelantar los temas para la instancia presidencial. “Esperamos coordinar datos, inteligencia, policías y recursos contra el crimen organizado que opera en nuestra región”, escribió el Canciller en su página de Facebook.
Desde la campaña política, la presidenta Chinchilla se propuso mejorar la relación con los Gobiernos de Centroamérica, después del poco interés que le dedicó la gestión de Óscar Arias.
La mandataria insiste en que la lucha contra el crimen organizado solo puede ser exitosa si hay una afinada coordinación entre los países, pues las bandas narcotraficantes están plenamente internacionalizadas.