Se suponía que era un discurso con el propósito de inaugurar el nuevo edificio de propiedad intelectual, pero la presidenta, Laura Chinchilla, convirtió sus palabras en una crítica a las protestas sindicales.
La mandataria expuso ayer que el país pasa por un momento de “quiebra financiera” en las instituciones del Estado y lanzó, indirectamente, una crítica al accionar del ciertos funcionarios públicos.
“No es con protestas, no es con huelgas, no es con paros (...) que vamos a poder seguir justificando la sostenibilidad del régimen salarial en el sector público costarricense, o poder también seguir sosteniendo el nombramiento de funcionarios públicos allí donde los necesitamos y allí adonde se justifican”, dijo de manera enérgica Chinchilla.
Sus declaraciones se dieron un día después de que los sindicatos hicieron un piquete frente a la Casa Presidencial para protestar por el alza salarial de ¢5.000 que decretó el Gobierno.
La presidenta hizo un llamado a los funcionarios públicos a dialogar para mejorar lo que tenga que ver con el empleo público. “Y poder tener regímenes salariales que, sin sacrificar los incentivos necesarios, eviten también algunos abusos que en su momento se han dado y que un país relativamente pobre como es Costa Rica no podrá sostener en el tiempo”, insistió.