Chinchilla acepta consejos de Arias, pero ‘bienintencionados’

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La presidenta de la República, Laura Chinchilla, aceptó con una gran sonrisa la oferta de Rodrigo Arias para asesorarla en su gestión gubernamental; sin embargo, advirtió que solo recibirá consejos con “buenas intenciones”.

“Miren, ¿qué les puedo decir?, una presidenta quisiera que todo el mundo le ayude; ese ha sido mi tono. Las puertas aquí están abiertas, mis líneas de teléfono están abiertas; el que quiera darme un consejo, siempre ha tenido posibilidad de dármelo.

”Y, por supuesto, que de parte de don Rodrigo también nos encantaría recibir los buenos consejos y en cuanto él quiera ayudarnos, siempre y cuando las intenciones sean las mejores de cualquier actor que quiera acercarse a nosotros”, manifestó ayer la mandataria, tras el Consejo de Gobierno.

El miércoles de la semana pasada, el exministro de la Presidencia Rodrigo Arias señaló que estaba anuente a “ayudarle” a la presidenta con su gobierno.

“En lo que yo pueda colaborar con el Gobierno, lo haría con mucho gusto, siempre lo he hecho. Como lo hice con don Abel Pacheco, con mucho gusto lo haría con doña Laura”, dijo Arias en entrevista con periodistas de ADN Radio 90.7 FM y de La Nación .

Chinchilla también se manifestó anuente a recibir asesoría y cooperación del expresidente José María Figueres, quien visitó el país a finales de diciembre.

La mandataria aprovechó la primera sesión de preguntas con la prensa de este 2012 para insistir en la necesidad de impulsar proyectos que avanzan despacio en la Asamblea Legislativa. Entre ellos, el préstamo de $132 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo para invertir en seguridad, y la atrasada ley de tránsito.

“Le decíamos a don Juan Carlos (Mendoza, presidente del Congreso) que nosotros quisiéramos ver a los diputados trabajando también un ratico los viernes (...), que los viernes en la mañana pudieran sesionar unas cuatro horas” para discutir otros proyectos prioritarios, declaró la presidenta.

“Si además conseguimos fluidez para llegar al primer debate, se podría llegar en una semana al plan fiscal”, agregó, entusiasta, la presidenta Chinchilla.

Sin embargo, esta iniciativa requiere el consenso de todos los jefes de las fracciones legislativas.