Chinamos navideños sobreviven a punta de colorido y variedad

Negocios ofrecen pasitos con precios que van desde ¢1.500 hasta ¢250.000

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La posibilidad de encontrar desde pequeños adornos para colgar en el árbol hasta enormes imágenes de Jesús, María y José le permite a los chinamos navideños sobrevivir a la fuerte competencia.

Este tipo de comercios se instalan temporalmente en lugares ya habituales y atraen a sus consumidores con mucho colorido y luces.

Otra de sus fortalezas es la gran variedad de precios. Por ejemplo, el valor de un pasito oscila ente los ¢1.500 y los ¢250.000.

Este tipo de negocios tradicionales se encuentra, por ejemplo, en Curridabat, al lado de tienda Yamuni; en Guadalupe, cerca de la iglesia; en Heredia, por el Paseo de las Flores; en Alajuela, junto a la terminal de autobuses Tuasa y en Cartago, por Las Ruinas.

En este último cantón, la Municipalidad autorizó este año 25 tramos, uno por familia para mayor beneficio, dijo el alcalde Rolando Rodríguez.

Tradicionales. La Feria Navideña, en Curridabat, es un gran local repleto de todo tipo de adornos. Tiene ya 12 años de abrir puertas para esta época.

Ahí le pueden personalizar lo que compre con los adornos que escoja. Por ejemplo, las conocidas coronas de ciprés natural con lazos y otros adornos de colores, tamaños y formas a su gusto.

La propietaria, Viviana Madrigal Vega, explicó que inmediatamente después de quitar la mercadería alusiva al 15 de setiembre instalaron la de Navidad. Ese local funciona todo el año y ofrece artesanías de diferente tipo.

Madrigal detalló que prácticamente todos los artículos son importados de China.

Solo las casitas para los portales y otras piezas en madera, se compran a los artesanos aquí.

Aquí hay clientes con bolsillos de todos los tamaños.

Cada año, además, la propietaria procura ofrecer alguna novedad. Así para este año trajo 80 unidades de un muñeco de nieve con luces de 1,15 metros, cuyo valor es de ¢68.000. Sin embargo, el miércoles pasado ya solo quedaban dos.

Las ventas, agregó, están muy bien este año en su puesto.

Luces y control remoto. Al costado norte de la iglesia de Guadalupe, Goicoechea, en terreno del templo, Wálter Betrano ya tiene siete años de instalarse.

También él, añade novedades a su oferta cada año.

Esta vez trajo una manguera con luces que se colocan en el frente de las casas. Tienen un control remoto que permite cambiarla de color, combinarlos, dejarlos en uno solo o darles movimiento. Su valor es de ¢24.000.

Este puesto también trae toda la mercadería de China. Incluso las casas navideñas con movimiento, que antes venían de Europa.

Este comerciante trabaja el resto del año en la venta de frutas.

“Pareciera que el espíritu navideño se activó, porque las ventas han estado igual que en el 2011”, dijo. Colaboró Fernando Gutiérrez