La República Popular China espera con más ansias que paciencia que los diputados costarricenses ratifiquen el Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral y permitan así la entrada en vigor del único acuerdo de ese tipo en Centroamérica.
“China espera que la parte costarricense apruebe cuanto antes el TLC”, dice un comunicado que envió la embajada asiática ante consultas de este periódico.
El texto agrega que “la entrada en vigor de dicho tratado está pendiente de la ratificación de la parte costarricense” en Cuesta de Moras, donde hay un ambiente propicio para la aprobación definitiva en los próximos meses, a pesar de las objeciones de algunos legisladores.
Pekín ratificó el tratado con Costa Rica en el mismo mes de abril, valiéndose de un sistema político de pocas o nulas trabas por fuerzas opositoras.
Los representantes de China en Costa Rica ahora se mantienen expectantes por el proceso legislativo de su TLC, que podría convertirse en el noveno acuerdo comercial de esa naturaleza que Costa Rica aplica con otro país o región.
Eso depende, sin embargo, del éxito que puedan tener el oficialismo y sus aliados, y de la posibilidad de aplacar dudas como la que externó ayer la legisladora libertaria Marielos Alfaro.
“El Gobierno debe comprometerse con la agenda interna para administración de tratados comerciales. Los sectores productivos necesitan mejores condiciones”, dijo Alfaro a título personal.
Interpretación. También el Partido Acción Ciudadana (PAC) presenta objeciones al TLC. Aunque su vocero, Juan Carlos Mendoza, dijo que no será hasta hoy cuando fijen una posición concreta, adelantó que presentarán mociones de interpretación al texto del TLC.
Ese texto, como cualquier tratado internacional, es invariable. Los diputados pueden aprobarlo o rechazarlo, pero no modificarlo.
Mendoza dijo que pretenden dejar en el expediente interpretaciones sobre lo que dice el Tratado en relación con exportación de hidrocarburos, comercio de armas y explosivos, y territorialidad.
El resto de diputados libertarios y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) están a favor.
Para el viceministro de Comercio Exterior, Fernando Ocampo, las objeciones de los diputados carecen de fundamento y contradicen el clamor de la mayoría de grupos empresariales. “Hay un reconocimiento general de que el TLC fue bien negociado”, declaró Ocampo.