“Yo dije que hay que permanecer alejado del crack, lo cual creo que es un buen consejo, a menos que uno sea capaz de manejarlo socialmente. Morir es para los tontos. Soy demasiado inteligente. Demasiado inteligente para hacer eso (morir de una sobredosis). Uno tiene que leer las instrucciones antes de presentarse en una fiesta”.
Tal pareciera que Charlie Sheen estuviera recitando uno de los guiones de Charlie Harper, en Two and a Half Men. Pero la realidad es que ese es Charlie Sheen interpretándose a sí mismo, y tratando de justificar una forma de vida que coquetea con el filo de la guillotina.
Con entradas y salidas de clínicas de rehabilitación; fiestas que se extienden hasta por tres días y en las que reina el sexo y el consumo de drogas, es como uno de los actores más célebres de Estados Unidos ha decidido sepultar su exitosa carrera, bajo la lupa del ojo público.
A la fecha, Charlie Sheen se ha embarcado en una agresiva campaña, en la cual se mercadea ante sus seguidores como una persona que tiene el control de su vida. Empero, sus escándalos y las entrevistas que ha concedido hasta ahora a la prensa solo han conseguido dejar perpleja a la opinión pública.
Hoy, el protagonista de Two and a Half Men camina sin rumbo: desempleado tras la cancelación temporal de su serie hace tan solo una semana, y sin poder ver a sus hijos, luego de que su esposa Brooke Mueller solicitara una orden de restricción temporal para que esté lejos de sus gemelos.
Además, sus dos novias de turno, a quien él llama “sus diosas”, y con quien convive en su mansión, en Los Ángeles, hacen más pesado el saco de sus excesos.
“Estas mujeres no me juzgan... no se dejan llevar por opiniones. Tal vez los tres nos vayamos a casar. Voy a decir esto: ‘Es una historia de poligamia’”, ha dicho sobre sus amantes, en una entrevista que concedió esta semana al programa televisivo NBC Today.
A estas alturas, retumban en la prensa las palabras pronunciadas hace más de 10 años por el médico de cabecera del actor, quien lo diagnosticó con un cuadro de locura. En aquella ocasión, el especialista fue despedido por ese comentario.
Despilfarrador. Los medios estadounidenses ya se han adelantado a predecir el declive financiero que sufrirá quien fuera el actor mejor pagado de la televisión, de continuar con estos excesos.
Desempleado, y sin los $1,8 millones que ganaba por episodio de Two and a Half Men, Sheen ha visto reducido sus ingresos al gastar en lujos de todo tipo; fiestas que ha catalogado como “épicas”; drogas y prostitutas. Irónicamente, esta situación cada vez hace más semejante al actor con su excéntrico personaje, Charlie Harper.
Según cifras del diario El País de España, durante este año la celebridad ha gastado $790.000 en autos, que ha regalado a las chicas que lo acompañan y a las madres de sus cinco hijos.
Además, en servicios de drogas y acompañantes habría despilfarrado $500.000, más el cheque de $30.000 que le giró a una actriz porno por sus servicios.
Además, el protagonista de Wall Street tendrá que sumar unos $750.000 que deberá pagar a Brooke Mueller para quedar totalmente divorciado de ella, según un acuerdo prenupcial que la pareja había firmado.
Los últimos papeles de divorcio se firmarán el 2 de mayo del 2011.
En vista de esos hechos, el actor ha dicho que decidió sacarle provecho económico a su nueva cuenta de Twitter.
Desde el martes, día en que abrió su cuenta, a la fecha, el actor registra 1,5 millones de seguidores. Este fenómeno lo colocó en los Guinness de los Récords, por lograr 1 millón de seguidores en 25 horas y 17 minutos, según pública Univisión.
En vista de su éxito, Sheen contrató a la firma Ad.ly, experta en gestionar los perfiles de varias celebridades en redes sociales. Ellos le explicaron los términos de uso de Twitter, pues según ha dicho el actor ahora que está desempleado piensa sacarle dinero a su cuenta.
Además, esta red social, en la que él se registró como un Unemployed Winner (ganador desempleado), promete convertirse en el nuevo portavoz del artista luego de que dijera a NBC Today que no dará más declaraciones a la prensa.
Sin embargo, hasta ahora, el actor no ha hecho declaraciones reveladores en su cuenta.
Lo primero que posteó fue una foto suya, donde aparece con una modelo y una botella de batido de chocolate en la mano. Lo único que escribió en esa ocasión fue “¡Ganando!... Elige tu vicio”.
También subió una foto en la que dibujó una estatuilla del Óscar, acompañada de una frase en la que se postula como el mejor actor para la entrega del 2012.
Misil Sheen. Durante este período de crisis, el protagonista de Platón también se ha dedicado a bombardear a sus allegados.
A su esposa, Brooke Mueller, le ha enviado varios mensajes que la llevaron a tomar la decisión de pedir la custodia de sus gemelos.
La exmodelo ha dicho que Sheen la amenazó de muerte, al decirle: “Te cortaré la cabeza, la meteré en una caja y se la enviaré a tu madre”, según declaraciones publicadas por el portal TMZ.
Por su parte, la agencia AP publica que, en su declaración, ella ha dicho que el actor la amenazó con clavarle un bolígrafo en un ojo.
El artista ha negado todo esto, al tiempo que dijo a TMZ que se está volviendo loco porque no sabe dónde están sus hijos.
“Lamento que sintieras que necesitabas hacer esto de esta manera (pedir una orden de restricción), pero eso no te hace una madre responsable”, son mensajes que ha enviado el actor a su expareja, mediante declaraciones a la prensa.
Pese a ello, el jueves TMZ publicó que la expareja habría llegado a un acuerdo verbal, en el que se estipulaba que el intérprete podría ver a los gemelos mientras estuviera bajo supervisión.
Hasta ahora, la celebridad no se ha referido al respecto.
Sheen también ha emprendido una campaña de desprestigio contra Chuck Lorre, cocreador de Two and a Half Men, y la productora CBS, luego de que cancelaran la serie por tiempo indefinido, debido a su mal comportamiento.
El artista de 45 años dijo que la cadena y el productor van a tener que pagarle por haber cancelado la serie antes de que terminara la octava temporada.
“Mira lo que me están haciendo pasar (dirigiéndose a la periodista de NBC). Porque ahora estoy sin pago. Estoy cansado de que crean que no soy especial”, dijo el neoyorquino, al tiempo que le advirtió a CBS que si lo quería de nuevo en la serie tendría que pagarle $3 millones por cada episodio.
Colapso. Desde mucho antes de que Charlie Sheen saltara a la fama, los problemas por adicciones y violencia ya se habían hecho presentes en su vida.
Sin embargo, el agua que rebasó el vaso de sus escándalos se vertió en la Navidad del 2009, cuando el actor fue acusado de agredir a Brooke Mueller, mientras estaban bajos los efectos de las drogas y el alcohol. A mediados de agosto del 2010, la estrella se declaró culpable por agresión doméstica.
Ese mismo año protagonizó varios escándalos por abuso de drogas. Incluso, destruyó el cuarto de un hotel en Nueva York y fue encontrado inconsciente en el lugar.
En este período el actor ha protagonizado tres escándalos por abuso de drogas. Uno de ellos a raíz de una fiesta que duró 36 horas y tras la cual fue a parar al hospital.
Actualmente, el actor sostiene que está “limpio” de drogas.
Charlie Sheen es descrito como un hombre exitoso, que lo ha tenido todo para triunfar. Pero su futuro depende de hasta dónde el mundo aguantará el saco de sus excesos.