Carteles traen buenas noticias

Hermandad Las ilusiones de los refugiados nos hablan en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo

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El afiche es la pintura que se levanta con ganas de conversar. Como los chicos del barrio, el cartel se pega a las esquinas. El afiche habla con todos por la calle, aunque no incluya palabras. La oficina en Costa Rica del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) conoce el poder de los carteles, y, como tiene mucho que decir sobre su noble trabajo, escogió el mutismo hablador de los afiches.

En el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), el ACNUR ofrece seis afiches creados por diseñadores nacionales para advertirnos de las tragedias y las esperanzas de los refugiados en Costa Rica y en el mundo. La muestra se llama Diseño humanitario , y en ella participan Priscilla Aguirre, Miguel Cabrera, Max Cantillo Vargas, Eduardo Chang y José Hernández Campos (autor de dos carteles).

Roberto Mignone, representante de ACNUR en el país, expresa que su institución desea motivar a todas las personas, y en especial a los jóvenes, para que entiendan la situación de los refugiados. “Ellos deben huir de su país para salvar la vida, y el ACNUR desea mostrar la realidad que atraviesan. Al mismo tiempo, procura enseñar la importancia de la figura de la ‘protección internacional’ para salvaguardar la integridad”, detalla Mignone.

Agrega que los jóvenes pueden ser agentes de cambio que contribuyan a hacer de Costa Rica un país aún más solidario, integrador y plural. ¿Cómo ayuda el arte a sensibilizar a las personas sobre la obra del ACNUR? Mignone afirma:

“El arte es uno de los canales más efectivos que llevan nuestros mensajes. En el pasado usamos el teatro, la fotografía, la literatura infantil y la poesía, y esta vez acudimos al diseño gráfico. La oficina del ACNUR dio autonomía a los artistas. Creo que su trabajo creativo inspira una reflexión de manera que solo el arte puede suscitar”.

Sombra y luz. Max Cantillo Vargas se considera “más creativo que diseñador”. Se enfoca en el concepto, y su realización gráfica es simple, de modo que dé fuerza al texto. “La imagen se vuelve una invitación para leer”, expresa Cantillo.

Su afiche representa un bombillo: “Es un icono de la tortura. Los choques eléctricos son una forma de violencia. Los bombillos están presentes en las celdas de las cárceles, y las fluctuaciones en la intensidad de su luz indican la condición de vulnerabilidad absoluta en que viven los presos”.

Sin embargo, para un refugiado, todo ese dolor se convierte en luz. “El bombillo de la tienda de campaña significa claridad, seguridad y esperanza”, añade Max Cantillo.

Para crear su imagen, él imaginó cómo sería la primera noche de alguien puesto a salvo en un campo del ACNUR. “El primer elemento que me apareció fue un bombillo, y decidí explorar este camino; luego surgieron referencias a Internet y el concepto tomó forma”, explica.

A su vez, Miguel Cabrera Brenes estudió diseño gráfico en la UCR y es director de arte en una editorial de México, donde reside. Se ha especializado en el diseño tipográfico y ha obtenido el primer lugar en el concurso Type it Contest.

Cabrera colabora habitualmente con el ACNUR en la realización de documentos impresos para la comunicación con refugiados.

Su cartel sugiere dos personas situadas bajo un paraguas. Él detalla: “El hogar está donde está el corazón. Aquí deseo representar la necesidad del ser humano de sentirse seguro bajo un techo, a pesar de las adversidades, sea donde sea: el hogar como parte fundamental de nuestra vida”.

José Alberto Hernández Campos es diseñador gráfico y fotógrafo licenciado en la Escuela de Artes Plásticas de la UCR. Colabora con el Centro Cultural de España y con la Fundación Teorética, y ha participado en muchas exposiciones.

“Mi diseño representa la forma en la que algunas personas se ven obligadas a habitar un espacio hostil, donde se encuentran privadas de sus libertades básicas por motivos de intolerancia y autoritarismo, de tal modo que, al sentirse inseguras en su lugar de origen, deben buscar una salida fuera de sus fronteras”, afirma Hernández.

Nuevas vidas. Eduardo Chang Villalta es diseñador gráfico desde el 2001. Se interesa en la tecnología y ha estudiado los sistemas HTML y CSS “fascinado por las capacidades de desarrollo que ofrece”.

Chang ha expuesto sus diseños en Canadá, Cuba y los Estados Unidos. ¿Qué lo motivó a participar en esta exhibición?

“Me interesa desmitificar el concepto del refugio. A partir de una situación cotidiana es más fácil comprender que el refugio es una necesidad y que debemos ofrecerlo. Un refugiado no es una persona excepcional ni extraña: es un individuo  común  en una situación excepcional y extraña”.

Chang ha trabajado antes en ilustraciones vinculadas a la migración. “Sin embargo, partí de la premisa de que la mayoría de gente no conoce el estatuto del ACNUR, y procuré ‘subvertir’ gráficamente los clichés que circulan en cuanto a los refugiados”, manifiesta.

A su vez, Priscilla Aguirre se graduó en la carrera de Pintura en la UCR y fue becada por la Embajada de México para estudiar en la Academia de San Carlos. En  octubre del 2011 expuso Miss Revistas en el MADC. Aguirre integra el estudio de diseño gráfico Lacabeza. Este ha participado dos veces en la Bienal Iberoamericana de Diseño

Priscilla Aguirre explica: “En este diseño trabajé sobre el tema de la esperanza en la vida de los refugiados. Aludo al poder de regeneración de la vida y al cielo abierto. La malla que lo limita se deja atrás y se convierte en naturaleza y libertad. El refugio es un lugar donde se puede volver a construir sin miedo una nueva oportunidad”.

“Elegí hacer un cartel de solo dos tintas: el azul del ACNUR y el color negro, aparte del blanco del papel. Quería ser lo más gráfica posible: que no hubiera texto, que solamente la imagen se comunicara con el expectador”, agrega.

“Para el refugiado es algo muy fuerte dejar todo y volver a empezar en otro país sin estar seguro de si uno se adaptará o de si a uno lo aceptarán”, expresa la artista.

Diseño humanitario se dedica al sexagésimo aniversario del ACNUR y se ofrece al público hasta el viernes 24 de febrero en el MADC (teléfono 2257-7202).