Cartagineses se ejercitan al ritmo de aeróbicos bailables

Clase gratuita beneficia a 300 personas y se ofrece desde hace siete años

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Al ritmo de salsa, cumbia y hasta un poco de rock , más de 300 vecinos de la ciudad de Cartago se atrevieron a formar parte del programa de aeróbicos bailables del Comité Cantonal de Deportes.

El objetivo del evento es disminuir cardiopatías, obesidad y desplazar el sedentarismo de la población cartaginesa, dijo Ivonne Martínez, directora administrativa del Comité y quien, además, dio origen al proyecto hace siete años.

Ayer, 30 minutos antes de la clase, el gimnasio del Polideportivo de Cartago empezó a ser ocupado sobre todo por mujeres.

Sin importar la edad, estrato social o la experiencia en este tipo de ejercicio, todos por igual se pusieron de pie una vez que el mezclador –que en realidad es el encargado del Servicio al Cliente del Comité, Adrián Rojas–, se hizo presente junto al instructor.

Puntual y sobre una tarima, Berny Cordero, guía desde hace cinco años del programa, comenzó a animar y a mover sus brazos y piernas al ritmo de la música.

El instructor confesó que la motivación es necesaria para mantener la energía del grupo.

Rafa Redondo es uno de los más veteranos, junto a un grupo de mujeres que se colocó en las primeras filas del ya abarrotado recinto.

“Yo tengo 65 años y vengo a hacer la diferencia para las otras generaciones”, dijo Redondo.

Durante los primeros minutos, pasos de baile invitaron a los asistentes a entrar en calor, seguidos de algunos ejercicios de “cardio” y otros como sentadillas y flexiones que permiten tonificar el cuerpo.

Pasada media hora, eran pocos los que se atrevían a dejar el grupo para tomar agua o respirar con más calma, mientras otros expresaban su esfuerzo con gritos de alegría y porras a sí mismos.

Quién en definitiva no podía cometer alguna falta era Cordero, ya que al más mínimo error era silbado por los más experimentados.

Las lecciones para el público en general se dan los martes y viernes. El Comité trabaja en la ejecución de clases personalizadas para reforzar el trabajo ya hecho.

“He rebajado casi 30 kilos y mi familia también se ha beneficiado”, expresó Blanca Garro, quien dice tener más de un año de asistir.

Mientras tanto, su hermana Ana Lía Garro, sobreviviente de cáncer de mamá, afirma que compartir con tanta gente y realizar trabajo en equipo le ayuda a superar las secuelas.

Mario Araya, de 75 años de edad, dijo que asistir a la clase para él es casi tan importante como el desayuno de cada día, y atribuyó el éxito del programa a la armonía y al buen trato del instructor.

Para obtener más información sobre este programa deportivo, puede llamar a los teléfonos 2591-8890 o 2552-6090.