Carlos Álvarez: “Hemos llorado la partida de nuestro bebé”

Aunque se declara un ferviente católico , no comparte el mismo criterio que la Iglesia al hablar de la fecundación in vitro y señala que el proceso de adopción en el país es ingrato

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Todas las mañanas lo escuchamos inyectando humor en el programa radial El manicomio de la risa , de Omega 105.1 FM, pero pocas son las veces en que se detiene para tocar temas tan serios e íntimos como los de su matrimonio, y más aún cuando existe la noticia de que no se puede concebir un hijo. Esta es una de esas veces, en que Carlos Álvarez, director de ese espacio y presentador de El chinamo de Teletica, hace una pausa para desnudar parte de su alma, contando el duro proceso que ha vivido junto a su esposa, Karen Pacheco; de cómo, contrario a otras parejas que deciden separarse, ellos se hacen más fuertes enfrentando su realidad.

La opinión de un ferviente católico, sobre el tan discutido método de fecundación in vitro (prohibido en Costa Rica y actualmente esperando el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos), la opción de adoptar y una reveladora experiencia que marcó su vida, fue parte de los que confesó.

¿Cuántos años tiene de casado (en su segundo matrimonio)?

Ya vamos para 10 años. Mire, puedo decir que aquello que el hombre soltero es como un animal incompleto es cierto. Cuando te casás no te volvés un animal sino un hombre completo. Es la experiencia de mayor crecimiento que he tenido, de las mejores decisiones que he tomado.

¿Tenía miedo de volver a vivir un intento fallido en el amor?

¡No! Con Karen yo estaba completamente seguro y lo estoy, de que va a ser para siempre, literalmente, hasta que la muerte nos separe. No tenía miedo al fracaso ni nada de eso.

”Estaba convencido de que lo anterior (su relación con la periodista Vivian Quesada), lamentablemente siempre fue un error; el cómo hice las cosas; cómo las provoqué; cómo llegué a ellas... fue un lamentable error, pero lo positivo de esto son mis dos hijos preciosos, de 18 y 16 años”.

Su esposa no puede tener hijos, ¿es eso cierto?

Sí. Es curioso, mi esposa se revisó, yo me revisé y estábamos en perfectas condiciones. De hecho, es la primera vez que lo digo... tuvimos una pérdida, eso fue hace unos 11 años. Nos sorprendió el embarazo, porque apenas nos preparábamos para casarnos. Karen quedó embarazada y, lamentablemente, no se llegó a lo que esperábamos, que era que la criatura naciera (tenía tres meses).

”Posterior a eso, tuvimos un duelo importante; es una experiencia muy traumática, quizás la más dura que recibo. Desde el punto de vista médico, creemos que hay posibilidades, pero ahí es donde uno pone y Dios dispone”.

Otras parejas se han separado por esto. Ustedes, por el contrario, han sabido salir adelante, ¿cómo le han hecho frente a esta situación?

Hay que entender que lo que está por encima de la consolidación o la estructuración de la familia es la pareja; el problema es que hay gente que se casa con objetivos distorsionados. Si te casas es para hacer un proyecto de vida junto a esa persona, que será tu primer lugar siempre, querés ser feliz, y ser feliz significa verla feliz a ella.

”Tu gran objetivo es que esa persona permanezca enamorada siempre, lo que llaman conquista y reconquista; luego viene el valor agregado que son los hijos, pero ese fruto no debe ser el objetivo central. Hay quienes se aburren y dicen: ‘tengamos un hijo’, y es una grosería traer a alguien para que te arregle la torta... ¡Eso no es así!

¿Quién es más celoso?

Los dos, lo confieso. Tengo una mujer preciosa, se lo he dicho a ella; he visto a los maes cuando la vuelven a ver. Ahora, ese celo, respetando los que dicen lo contrario, es parte del amor.

¿Qué piensa del método de fecundación in vitro y lo han analizado como pareja?

Que quede claro, soy católico y la Iglesia católica nos dice que la fecundación in vitro no debería ser, pero he estudiado profundamente el tema, que mi Señor me perdone, pero creo que es un procedimiento válido.

”Es una demostración de amor tan grande, para que dos personas estén convencidas de llevar un procedimiento, que puede ser doloroso, riguroso, de mucha disciplina, largo, estresante y, además caro, y que podría ser frustrante, pues no hay un éxito asegurado... si someterse a eso no es demostración de amor... ¿qué es?”

Pero ¿lo han valorado?

-Sí, lo hemos hablado, claro. Pero pasa que efectivamente frustra; te entra el temor de seguir el proceso, caminarlo, ir con él y que culmine en otra frustración. Sí, hemos llorado, lo confieso, la partida de nuestro hijo o hija, eso lo hemos llorado juntos varias veces; me he encontrado con ella en momentos duros y eso nos une más. El por qué no lo tuvimos o no lo hemos tenido, es algo duro, pero ella se levanta con una fortaleza que yo no tengo; ella me la inyecta, es más valiente que yo. Mi esposa es admirable.

¿Hablaron de adopción?

De hecho, nosotros fuimos a las tres primeras reuniones para adoptar; estuvimos en ese proceso y es larguísimo en este país... es más, ¡es ingrato! El proceso de adopción es una grosería para los padres que quieren adoptar.

¿Cómo han lidiado en esas reuniones sociales, con amigos, vecinos o personas que, de repente, preguntan con doble intención o porque no conocen su caso?

La sociedad es cruel en algunas áreas; hay momentos donde no se tiene el cuidado necesario. Aquí, la gran valiente ha sido Karen, vivo enamorado de la fortaleza de esa mujer. Comprometida consigo misma y que ambos entendemos que podemos afrontar el tema con la mejor actitud.

Nos contaron que tienen un perrito que es inseparable, que los acompaña hasta a los restaurantes

Se llama Kuka, una perrita de la raza china shih tzu ; es muy chiquitilla, es una guerrera porque no iba a nacer, se saltó a los hermanillos, nació. El doctor dijo que se iba a morir y ahí está Kuka, ya tiene un año y resto. Me llamó la atención su lucha por la vida. Yo vengo de Cartago y estoy acostumbrado a vivir con animalitos. Nos ha creado un problema, nos apegamos tanto a ella que somos unos exagerados, la verdad. Cuando salimos, la suegra nos la cuida, porque sola no se puede quedar, es una alcahuetería. La metemos en un bolsito y no molesta a nadie: la hemos llevado a misa, a restaurantes, se volvió una gran compañera.

En lo profesional se acerca El Chinamo , ¿cómo se alista para el trajín de Fin de Año?

Cumpliré 10 años. Me alegra la posibilidad de involucrarme en la producción del programa, estar metido en esa fase, colaborando; me compromete durante el año. Además vienen toros, tope, se avecina el Verano Toreado , ¡bendito sea Dios!

Saliendo tan tarde de las transmisiones de toros y El Chinamo , dejará grabados los programas de la radio por las mañanas. ¿Cómo se las ingeniará?

No, vamos totalmente en vivo (a las 6 a. m.) Le agradezco a Dios que tengo la oportunidad de trabajar en dos grandes empresas: Omega y Teletica. No puedo perjudicar a una por servir a la otra y viceversa. Será muy duro, sacrificado, pero hay que darle. Yo me preparo, en esta etapa ya estoy mentalizado a decir que con dos o tres horas de sueño me la juego, ya sé como es, me preparo física, mental y espiritualmente para lograr eso.