Cambiar Directorio del Congreso y escuchar a presidenta costará ¢9,7 millones

Gastos suben por efecto inflacionario, pese a austeridad, dice administración

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El 1.º de mayo de cada año, los diputados votan en la mañana para elegir Directorio de la Asamblea Legislativa.

Hacia el final de la tarde, si todo ocurre como de costumbre, los legisladores escuchan el discurso de rendición de cuentas de la presidenta de la República, en este caso Laura Chinchilla, ante miembros de los supremos poderes y el cuerpo diplomático.

La suma de gastos para que esas dos sesiones de la Asamblea se lleven a cabo con la precisión y el protocolo acostumbrados da como resultado ¢9,7 millones.

Cada año, la administración destina un presupuesto para el almuerzo de 57 diputados y un invitado cada uno, las flores, invitaciones, copa de vino espumante y los bocadillos. Este año, cada almuerzo cuesta entre ¢15.000 y ¢20.000. Esos 120 almuerzos cuestan entre ¢1,8 millones y ¢2,4 millones.

Eso además de lo que cada congresista recibe por asistir a las sesiones que le corresponden.

En flores, invitaciones, comida para diputados y para personal de apoyo, bocadillos para el día y para la noche, y demás aspectos técnicos para un 1.º de mayo lo más perfecto posible, la administración de la Asamblea gasta ¢4 millones.

La suma de las dietas que los diputados reciben por asistir a dos sesiones es de ¢5,7 millones. La dieta que un legislador recibe por estar en su curul es de cerca de ¢50.000.

El director ejecutivo del Congreso, Antonio Ayales, explica que el aumento respecto a años anteriores, antes que por razones de mayor o menor gasto, se debe a las alzas que genera la inflación.

Ayales dijo que el operativo para el día más concurrido de sesiones parlamentarias incluye efectivos de la Fuerza Pública, cruzrojistas, miembros del Cuerpo de Bomberos y de la Policía del Tránsito. A todos ellos los invita el Congreso al almuerzo.

La idea es enfrentar cualquier eventual emergencia y tener a mano todo el equipo técnico y humano necesario para afrontarlo.

Cero obstáculos. La administración del Parlamento envía personal de mantenimiento para dejar libres los pasillos de sillas, mesas y mobiliario en general, que usualmente los funcionarios dejan allí, a falta de mejores opciones.

La intención es eliminar obstáculos que puedan generar tropiezos a políticos y diplomáticos, y también dejar libre el paso para enfrentar una eventual emergencia.

El Congreso prepara cada silla, cada oficina, cada bombillo y cada pasillo para el día más importante del año legislativo. Un día después, nuevos jefes, y nuevo directorio, empezarán el último año de labor en la presente administración.