Bacteria asesina

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Primero, fueron dos. Los otros tres murieron uno a uno, con apenas días de diferencia. Así, poco a poco, pero en menos de un mes, la bacteria Clostridium difficile ha matado a cinco pacientes en el Hospital San Juan de Dios. Lo preocupante es qué se ha hecho, o qué hará la CCSS para contener más muertes.

Sin ninguna duda, la situación en ese hospital está para tomar medidas urgentes y radicales pues hay que tener en cuenta que una bacteria similar, pero de diferente cepa, llegó a matar a 17 pacientes en el 2009.

Es más, los contagios han ido en aumento pues pasaron en cuestión de días de 7 a 20, por más que la CCSS ha informado que se extremaron las medidas de higiene y de aislamiento.

No soy médico, pero tampoco se necesita serlo para advertir que el aislamiento, lavado de manos y desinfecciones de áreas no dan el efecto esperado y, por ello, la bacteria les está ganando vidas humanas.

Lo tengo que decir con claridad. Pido disculpas de antemano si ofendo, pero, si me viera obligado hoy a ser internado en ese hospital por una cirugía, por una herida, me daría pavor. Haría lo posible por irme a otro centro médico (hasta buscando crédito) porque, a como están las circunstancias allí, estaría expuesto al riesgo de contagio. Mi salud podría peligrar antes que entrar en recuperación.

Así, complicada, lúgubre, es la decisión de quienes tienen que hospitalizarse en el San Juan para operarse... tienen que correr el riesgo porque la bacteria anda suelta. Lo curioso es cómo ha podido matar a tantas personas siendo “de las menos agresivas”, en comparación con la cepa NAP1 que llevó a morir a 17 pacientes entre mayo y agosto del 2009.

De esta “menos agresiva”, no se ha dicho cuál cepa es, como no se dijo tampoco, luego de las muertes del 2009, en qué paró la investigación de la CCSS del por qué se les fue de las manos.

Antes de que esta bacteria continúe llevando desgracias a hogares que pierden a sus seres queridos, el hospital debe ser declarado en emergencia. La CCSS debe invertir dinero en contratar a especialistas que apliquen un plan de contingencia y a largo plazo para supervisar y evitar que la Clostridium difficile mate más. Son personas las que están de por medio y también la confianza de los usuarios en ese hospital. Llegó el momento de que la CCSS actúe con seriedad ante un problema que es grave y es cíclico.