El aumento del costo de la planilla estatal en los últimos años fue uno de los principales detonantes del déficit fiscal (diferencia entre ingresos y gastos del Gobierno).
Datos suministrados anoche por el Ministerio de Hacienda establecen que mientras en el 2007 se destinaron al rubro de remuneraciones ¢761.512 millones, en el estimado del 2011 ese monto se elevó a ¢1.617.999 millones, un incremento de ¢856.487 millones en colones corrientes (sin restar inflación).
Este rubro pasó de representar un 5,60% del producto interno bruto (PIB) en el 2007 al 7,49% del PIB en el 2010 y a un estimado del 7,99% del PIB para el 2011, de acuerdo con los cálculos suministrados por esa cartera.
Al crecimiento de la planilla estatal contribuyó fuertemente una medida para realizar ajustes especiales de salario a unos 7.000 profesionales del sector público que tenían remuneraciones menores que las de trabajadores de su mismo nivel en el Gobierno.
La medida se aplicó desde el 2008 y se completó en el primer semestre del 2010, conforme con el calendario preestablecido.
El viceministro de Egresos de Hacienda, José Luis Araya, explicó ayer que esas decisión significaría adicionalmente ¢5.000 millones anuales al presupuesto.
Pero en el 2008 el beneficio se extendió a los profesionales del magisterio nacional, lo cual elevó la cifra a 70.000 funcionarios. Hacienda no terminó de calcular ayer en cuánto se incrementó el presupuesto nacional, aunque se le pidió la cifra en la tarde.
Araya recordó que aquella medida se tomó en un momento de bonanza en las finanzas públicas, entre el 2006 y el 2008, pues el Gobierno incluso gozaba de superávit (diferencia positiva entre ingresos y gastos).
El Viceministro reconoció que las condiciones cambiaron en el 2009 pues se presentó una caída en los ingresos y se incrementó el pago de la deuda, producto de la crisis económica mundial.
Resaltó, empero, que el ajuste especial a los empleados públicos les ayudó a sobrellevar la crisis y estimuló el consumo nacional.
Colaboró: Esteban Mata.