Aumenta clima de tensión en Génova y comienza llegada de manifestantes a cumbre del G-8

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Génova (Italia). La policía italiana permanece hoy en estado de máxima alerta ante la oleada de alarmas por la colocación de artefactos en todo el país relacionada con la reunión de los líderes del G-8 que comienza mañana en Génova, donde han comenzado a llegar manifestantes de los grupos antiglobalización.

En la ciudad, que tiene un "aspecto irreal", según ha admitido su alcalde, Giuseppe Pericu, los agentes han intervenido para controlar paquetes y vehículos sospechosos y han informado de numerosas amenazas de bomba, todas ellas falsas.

Entre los incidentes, figura la colocación de un artefacto de escasa potencia frente al consulado español en Milán (norte) y que fue detonado por la policía, sin que se produjeran daños.

En los días previos a la cumbre han sido enviadas cartas bomba a una comisaria de Carabineros de Génova y al director del telediario del canal Retequattro, una de las cadenas propiedad del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y fueron colocados paquetes con explosivos en Bolonia y otros puntos del país.

El propio Berlusconi hizo hoy una visita de inspección a los diferentes lugares de Génova que servirán de escenario a la cumbre, entre ellos el lujoso barco "European Vision", donde se alojará la mayoría de los líderes.

Berlusconi ha querido supervisar personalmente que todo está a punto para recibir a sus ilustres invitados, desde el punto de vista del confort y de la seguridad, garantizada por la presencia de 20.000 efectivos de la policía y el Ejército.

A la ciudad mediterránea, que a partir de mañana albergará a los líderes de los siete países más poderosos del mundo, ya han comenzado a llegar igualmente miles de jóvenes de los diferentes grupos antiglobalización.

Los grupos se concentran en el estadio Carlini, cuartel general del denominado Foro Social de Génova (FSG), y en otros lugares habilitados por los organizadores de la manifestación, fuera del límite de la "zona roja", en el centro histórico y la zona del puerto, vigilada estrictamente por la policía.

La mayoría de los manifestantes llegados a Génova, en donde se espera que se reúnan más de 100.000 personas, han atravesado sin dificultad las fronteras italianas a bordo de trenes y autobuses especiales, una vez identificados.

Los ferrocarriles italianos han dispuesto 27 trenes especiales para transportar a los activistas a la capital ligur.

Sin embargo, un centenar de integrantes de una expedición procedente de Grecia han sido rechazados por la policía en el puerto de Ancona (norte) por "motivos de seguridad", según explicaron las autoridades.

El portavoz del FSG, Vittorio Agnoletto, ha calificado este bloqueo de "escandaloso" y ha denunciado el intento de las autoridades de boicotear las protestas a la cumbre.

Italia ha decidido restablecer los controles fronterizos, como permiten los acuerdos de Schengen, para impedir la entrada de elementos o grupos susceptibles de protagonizar actos violentos, como los que empañaron recientes reuniones internacionales.

Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Nacion.com Fuente: agencias.