Arti-culejo

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Cada vez nos sumergen más en la mediocridad y hasta la vulgaridad. Cuadra dentro del propósito de idiotización general, para que “libres” seamos únicamente consumidores consumidos.

En mi matutino dedican tres páginas grandes a una actriz puertorriqueña (de cuyo nombre no quiero acordarme). Relleno de-formativo: ella y él tienen “una mente muy corta”.

El mismo día un artículo refiere a que “el tamaño sí importa...”: aprovecha la morbosidad y la estupidez de la gente. Viene también un sesudo tratado (¡tratando!) sobre cuál día es mejor para hacer el amor.

¡Ah! Pero se “estudia” además la incidencia meramente cuantitativa de las redes sociales: ¡cuánto cacareo! En días siguientes se nos informa que Justin Bieber como gran recurso publicitario... entre otros recurre a su trasero. Consiguió 86.000 “me gusta”: ya superó a lady Caca (ups!). Veredes, Sancho.

A base de confusión entre calidad y cantidad nos tiran abajo un mundo de superación. “¡Hay que formar una barrera contra la mierda!”, clamaba Flaubert. Verdad capital, a la cual Fernando Savater parece contestar: “Pero, si la mayoría se pone del lado de la caca, ¿con quién defendemos la barricada?”