Ante un alumno armado, ‘profes’ no deben ser ‘superhéroes’

Directores tienen aval para desalojar el liceo ante peligro por alguien con un arma

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ante la presencia de un visitante o un alumno armado dentro de un colegio, ningún profesor, administrativo, director o estudiante debe convertirse en un “superhéroe”.

El Ministerio de Educación Pública (MEP) les pide a sus funcionarios que no expongan su vida.

El protocolo sobre portación y uso de armas en centros educativos de secundaria, presentado por el MEP la semana pasada, establece que las autoridades del colegio tienen que reportar cualquier incidente de este tipo a la Policía.

A la vez, si lo consideran necesario, deben ordenar un desalojo parcial o total del centro educativo, pero de manera ordenada.

“Son situaciones de mucho riesgo; pensemos en que una persona tiene un arma y perdió el control. Estamos evitando que la gente crea que debe convertirse en un superhéroe, porque al docente no le corresponde”, sostuvo Irvin Fernández, funcionario del Programa Convivir del MEP.

Además de este instructivo, el MEP puso en manos de los colegios uno que indica cómo actuar en caso de uso y tráfico de drogas; violencia física, psicológica y sexual; y acoso, matonismo o bullying.

Más fácil. A diferencia del protocolo anterior, Fernández aseveró que esta vez los educadores no deben aprenderse las partes de las armas ni leer un montón de páginas para saber cómo actuar.

Según el funcionario, el punto medular es proteger a la población estudiantil.

Por eso es que, entre otras medidas, en el colegio deben revisar las pertenencias de cualquier persona ajena que ingrese.

Además, aclara que si hay sospecha de que un estudiante está armado, el docente debe llamar a la Policía y no hacer una revisión o requisa sobre el cuerpo del joven.

Enlace. Para que este protocolo tenga éxito, es clave la coordinación entre los educadores y la Fuerza Pública, opinó Pablo Bertozzi, subdirector de ese cuerpo policial.

“Hay situaciones en que se interviene de manera inmediata, como, por ejemplo, que un estudiante tenga drogas o porte un arma. Otras requieren investigación, como por ejemplo la venta de drogas”, resaltó Bertozzi.

El jefe policial explicó que si se presume que un adolescente está armado, los oficiales primero lo tratan de convencer de que entregue el revólver o cuchillo.

Si el muchacho se niega a hacerlo, los policías pueden recurrir a una revisión por seguridad, que garantice el respeto del joven.

Irvin Fernández agregó que pronto los profesores y directores recibirán capacitación sobre todos los protocolos.