Alfredo Trejos presentará su nuevo poemario este martes

‘Prefiero ver estática’ fue publicado por Editorial Germinal

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La poesía de Alfredo Trejos es una revancha. Contra todo el bullicio, la incomunicación, el dolor y el caos de la ciudad, sus palabras insisten en comunicarse. Su más reciente poemario confirma esa obstinación en comunicarse a través de la estática.

El libro Prefiero ver estática ( Ed. Germinal ) se presentará esta noche en el Espacio Cultural Carmen Naranjo (Estación al Atlántico), a las 7 p. m., con la participación de los poetas Osvaldo Sauma y Cristina Ramírez.

¿Qué compone su regreso a la poesía publicada? “Recurrencias personales y creativas de toda una vida, con mucho espacio, con mucha tranquilidad a la hora de crear”, declara.

“Hago un estudio y una observación cercana de lo que siempre me gusta trabajar: la soledad, las presiones cotidianas de una ciudad que se vuelve hostil, incluso letal”, explica Trejos. El poeta agrega que esta contemplación gira en torno a temas universales: “el amor, la decepción, la angustia, la pérdida, el extravío...”

“Siempre intento enmarcarlo todo en un escenario absolutamente urbano, con sus hallazgos, sus extravíos, esas notas de derrota y de redención”, añade el poeta.

Distancia. “Como poeta, vivo de la observación, ojalá bien juiciosa, bien detenida, que me pueda dar un producto con el que pueda estar satisfecho”, dice Trejos. En cierto modo, en sus poemas sobresalen las ansias de conectarse con algo de la ciudad y de lograr ese vínculo que siempre se interrumpe en la desorientación urbana.

“(Ese vínculo) se trunca por esas pulsiones ocultas que la ciudad tiene. Máxime en la ciudad como la vivimos y entendemos hoy: un espacio invivible, hostil, caótico, que sobrenada en su propia desmesura”, matiza el escritor.

En ese San José amargo, todo se trunca: los afectos, las ambiciones y la esperanza. Trejos crea poesía a pesar de la estática y gracias a ella: “Por esa esencia tan oscura y lúgubre de la ciudad, los poemas no pueden terminar de otra manera”.

A pesar del ruido, del caos y de la soledad, la poesía existe. Para Trejos, está en la calle. “Me encanta callejear, me encanta llegar a San José. Me gusta observar, me gusta entrar a los bares, hablar con la gente: callejear. Termino ante la página en blanco escribiendo, poetizando toda esa vivencia, para entrar en vínculo con esa ciudad querida y odiada”, dice.

“Cuando se llega a ciertos momentos del trabajo como autor, sos poeta 24 horas al día”, confiesa el poeta. Este libro es un vistazo a su interior.