Guácimo, Limón. El peso de unos noventa vehículos livianos es la cantidad de dióxido de carbono (CO2) que la plantación de un millón de árboles en el mundo puede lograr eliminar de la atmósfera en quince años.
Así lo explicó Edmundo Castro, profesor de Valoración Económica y Ecológica de Recursos Naturales de la EARTH, al comentar el impacto ambiental que tendrá la siembra de esa cantidad de árboles en 31 países del mundo.
“Por medio de la fotosíntesis, los árboles fijan en sus tejidos CO2, y si esto se repite por un millón de veces, es posible fijar alrededor de unas 96 toneladas de CO2 que son dañinas para el ambiente”, explicó Castro.
Castro indicó que, además de fijar carbono, este esfuerzo ayudará a la recuperación de especies locales, a recuperar biodiversidad y a mejorar los recursos hídricos.
De todo el mundo. Egresados de Argentina, Bélgica, Belice, Bermudas, Bolivia, Brasil, Canadá, China, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Curacao, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Haití, Honduras, India, además de Líbano, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay, Reino Unido, República Checa, República Dominicana, Uganda y Venezuela, lograron unir a sus países en una campaña mundial para realizar esta acción concreta en atención del cambio climático.
José Zaglul, rector de la EARTH, indicó que además de la siembra está previsto un plan de mantenimiento de tres años.
“Es muy fácil sembrar, pero no se debe dejar descuidado. Incluso si en un futuro se llegara a cosechar parte del bosque se debe hacer de una manera sostenible”, explicó Zaglul durante la actividad celebrada ayer.