Quizá recibir una condena a pesar de ser inocente sea una de las peores pesadillas que pueda vivir alguien, lo cierto es que algunas veces la justicia es tuerta y parece inclinar su balanza a favor de los intereses de los más poderosos.
Los casos se suceden en todo el mundo, solo que no siempre trascienden. Pero la cadena A&E se enfocó en los que sí han sido mediáticos y, por ello, el presunto culpable ha sido doblemente castigado, pues queda expuesto ante miles de ojos.
La mencionada cadena recién estrenó Se Presume Inocente una producción original que investiga casos emblemáticos donde la justicia se ha equivocado, privando a un ser humano de lo más valioso: su libertad.
Consagrada por la Declaración Universal de Derechos Humanos, la presunción de inocencia debe estar garantizada en todo proceso judicial.
Sin embargo, abundan las situaciones en que este derecho universal ha sido violando, con lo que se causa un daño irreversible a personas que no han cometido delito alguno y que por negligencia de la policía o, peor aún, oscuros arreglos entre autoridades corruptas, terminan terriblemente flageladas.
Se Presume Inocente , según A&E, es una investigación acuciosa, donde son las mismas víctimas y sus familias quienes hacen un sentido relato de lo vivido, cuando fueron tildados de victimarios sin tener el beneficio de la duda.
En cada capítulo se reviven los momentos de angustia y desazón por los que pasaron estos inocentes; las historias transcurren en México, Colombia y Argentina, y son traídas al presente en un ameno relato que recrea los momentos clave del proceso.
Casos sonados
Se repasan recordados casos como el del animador mexicano Mario Rodríguez “Mayito” Bezares, quien tras ser acusado como el autor intelectual en el asesinato de su colega de programa, el famoso Paco Stanley, pasó un año y medio en la cárcel como un delincuente común, para luego ser dejado en libertad y ser exculpado completamente.
El caso de Bezares es, quizá, uno de los más dramáticos, pues la muerte de Paco Stanley aún es muy recordada en la región y también está fresca la clase de masacre periodística que prácticamente confirmaba a Bezares como el asesino.
En los promocionales, parte el alma escuchar el testimonio de Mario, pues su vida y su carrera no solo se fueron por la borda, sino que no tuvo ni tiempo para llorar a su entrañable amigo, pues casi inmediatamente tras la muerte, tuvo que empezar a defenderse ante el linchamiento público del que fue objeto.
El programa también revisa el caso de María Celeste Fernández, quien fuera acusada de tratar de envenenar a toda la familia de Gabriela Spanic y estuvo dos años en prisión en México, pagando culpas de un crimen que, según dictaminó la justicia tiempo después, no cometió.
Sin embargo, Fernández difícilmente logre quitarse el estigma de encima, pues hasta la fecha Spanic insiste en que su asistente es culpable y ha reseñado ante la prensa las consecuencias que aún sufre su familia.
En la última entrevista con El Universal de México, en agosto del año pasado, la actriz que ha protagonizado dramáticos como La Usurpadora, Soy tu dueña, Emperatriz, Tierra de pasiones y Como tú ninguna , aseguró que los suyos siguen padeciendo las secuelas de la intoxicación.
“El niño sufre de estómago perezoso, tiene mucho estreñimiento, problemas de respiración, le da mucha gripe. A mi mamá le quedó la fisura del corazón y sufre de neuralgia, igual que yo. Yo tengo problemas en un pulmón, el estómago resentido, el hígado, el bazo y el año pasado me quitaron la vesícula porque estaba muy afectada, pero ahí vamos”, dijo la actriz venezolana.
La serie nos llevará también hasta Colombia, para conocer de cerca el caso de Carlos Antonio Ortega Bonilla, el capitán de aviación acusado de narcotráfico que fuera encerrado en una cárcel de alta seguridad por 18 meses, para ser liberado cuando las pruebas demostraron su inocencia.
Otra de las historias llenas de injusticia que reseñará Se presume inocente, es la de Juan Manuel Palmisano, un comerciante argentino quien fuera acusado de secuestro y, aunque nunca existieron pruebas de ello, pasó más de dos años en prisión. La ambiciosa producción de A&E transita por terreno minado asido a la credibilidad de investigaciones serias y documentadas, lo cual la convierte en un dramático y ambicioso documental.