“Mi hijo Gilberto González Solano era un fiel aficionado al programa Combate. No se lo perdía porque gozaba con todas las cosas que usted hacía en el programa. En fin, quiero expresarle las más infinitas gracias por haber hecho gozar a mi hijo. Ese día, él estaba viendo Combate, gozó mucho de verte haciendo lo que hacés y al cabo de 20 minutos de haber terminado el programa me le dio un infarto y murió”.

El texto es parte de una carta que envió –el 14 de mayo del 2016– una vecina de Grecia a Ítalo Marenco. Con el escrito, la señora agradeció al presentador de Repretel las incontables ocasiones que entretuvo a su hijo.

Marenco guarda con celo la misiva que, según recuerda, se la entregó la mamá de Gilberto entre lágrimas.

El detalle es parte de las varias decenas de cartas que el presentador de televisión ha recibido durante el lustro que tiene de estar en el ojo público. Peluches, comida, atunes en agua, una caricatura suya y de su esposa, Cindy Villalta y, más recientemente, obsequios para su hija Irene (próxima a nacer), son otros regalos que el público le ha entregado a Ítalo.

“Desde el primer día de Combate tenía gente apoyándome, pero ya con el tiempo nos hicimos una familia y ya eran las fotos en la calle, luego regalitos que me enviaban al canal y ahora hasta cositas para Irene. Este cariño de la gente hay que agradecerlo porque me debo a esas personas que me hacen parte de su familia porque me permiten entrar a sus hogares por medio de la pantalla del televisor”, afirmó Marenco.

El inquieto y explosivo presentador mencionó también una llamada que recibió en su celular hace algunos meses de un jerarca del Hospital Nacional de Niños, quien le pidió participar en una fiesta de un menor con pocas horas de vida.

“Cuando llegué, la mamá de Dieguito estaba en la sala de espera y me abrazó llorando. Fui al cuarto de Dieguito, vacilamos, le cantamos cumpleaños y 48 horas después me avisaron que había fallecido. Eso me marcó mucho”, cuenta Marenco.

El presentador de Giros fue parte de las seis figuras de la radio y la televisión costarricense que hablaron con Viva sobre cómo los micrófonos y las cámaras han sido puente para estrechar una relación de cariño con la audiencia, aprecio reflejado en singulares obsequios que, a diario, reciben de sus fans.

Gratitud

“Para mi público solo tengo gratitud porque me han aceptado como soy y porque siempre me han dado aliento cuando lo he necesitado. Una cosa que me llama la atención de mis seguidores es que son superfieles. Cada vez que hablo con mi público soy yo la que salgo favorecida, porque para mí son una bendición”, comentó Monserrat del Castillo.

La presentadora de canal 7 comenzó a conquistar audiencia desde hace cinco años, cuando debutó en VM Latino. “El público de VM Latino sigue fiel conmigo; cuando llegué a De boca en boca venía a un universo distinto. Ya no era una audiencia de muchachos jóvenes sino de señoras y ellas son más exigentes, pero ahora ellas me abrazan como si yo fuera sobrina, nieta o hija”, aseguró.

Esa fidelidad de la audiencia y la empatía con el público la habría logrado con su sencillez y nobleza, según dice Monserrat del Castillo.

“Al canal me hacen llegar cartas con mensajitos muy bonitos, flores, globos con helio donde pintan las manos de quien los envía, muchos anillos con escarcha que me encantan, sombras, labiales... Tantas cosas que me envían ellos que jamás me imaginé que estar en el medio lograría una cercanía con la gente como la que tengo”, comentó Monserrat.

La también modelo destacó un folleto con imágenes suyas y poemas dedicados a ella que le obsequió un fan; así como unos jarrones con flores y globos de gran tamaño que le llegaron a canal 7 en alguna ocasión. En la lista también hay comidas como arroz con leche (su postre favorito), jocotes y una carta con dibujos en papel construcción.

“Todo lo he tratado de conservar. Las cartas las tengo en una cajita muy especial, regalitos como anillos o pulseras las uso cotidianamente y otras cositas decoran mi casa”, contó.

Regalado

Geovanni Calderón es otro que conserva con gran cariño los detalles que recibe a diario de su público de Informe 11: Las Historias.

“El aprecio del público lo significa todo, me hace feliz y es la mejor recompensa que pueda tener. Nadie puede despreciar el hecho de sentirse querido por gente que no conoce. Tengo la bendición de que hay gente que, sin conocerme, me llega a hacer bromas, y eso me dice mucho sobre cómo el público me ve”, consideró el periodista de Repretel.

Geovanni tiene 17 años de estar “a cuadro” y en ese tiempo ha recibido obsequios de todo tipo: un colorido caballo de madera que le obsequió una familia de artesanos de Sarchí, un carrito de madera que le envió un artesano de Atenas, un maletín personalizado de cuero, un cuadro de un caballo con pelo del mismo animal y un sombrero guanacasteco de lona con crin.

“También he recibido cartas muy emotivas de un señor que necesitaba operar a un hijo para que volviera a caminar y que simplemente le conseguí una oportunidad de que le donaran la operación en Perú, o de gente que está muy enferma y que me pide que los vaya a visitar”, comentó Calderón, quien tiene parte de los regalos en su casa en San Francisco y en el rancho familiar en Atenas.

Mascarada

Su compañera de programa, Lussania Víquez, es parte de las que disfruta plenamente de la cercanía que ha logrado con su audiencia en 13 años que suma en los medios.

“Gracias a Dios, la gente me ha mostrado su aprecio de muchas maneras. El público es demasiado lindo y saca el tiempo para dedicarme detallitos que agradezco profundamente. Me han escrito muchas cartas a puño y letra que me hacen llegar por Correos de Costa Rica, me regalaron dos muñequitas de trapo preciosas y un retrato increíble de cuando aún tenía el cabello corto (Lussania es sobreviviente de cáncer), una máscara con mi rostro en grandes dimensiones y chocolates. Son maneras del público de manifestar cariño y admiración”, contó la locutora de Bésame (89.9 FM).

Lussania comentó que esa proximidad con la gente siempre la anheló. “Fue mi sueño generar ese canal y esa apertura, y eso no es fácil”, dijo.

“Es lindísimo”

El presentador de Buen día, Omar Cascante, fue otra de las figuras que reveló haber recibido desde un par de zapatos hasta una vistosa pintura que cuelga en la pared de su cuarto como regalos de seguidores suyos.

“Es lindísimo que el televidente le muestre a uno su cariño. De estudiante nunca pensé que sería así, pero cuando inicié a desarrollarme en el periodismo comencé a disfrutar la cercanía con la gente”, refirió.

Cascante recuerda con curiosidad la ocasión en que un zapatero llegó al canal a dejarle un par de zapatos que le confeccionó a puro ojo; a la señora que le pidió toparlo en la parada del Invu Las Cañas en Alajuela para entregarle un recipiente con budín, la pintura de la cresta de una ola o el perfume que una televidente le hace llegar durante cada cumpleaños.

“Son cosas maravillosas, sea lo que sea y vengan de quien vengan, son detalles que valoro”, manifestó Cascante.

Puro Mickey

Otro rostro de canal 7 que disfruta la cercanía con el público es Natalia Rodríguez, de Sábado Feliz.

“Tengo públicos muy distintos porque he estado en diferentes proyectos, pero es lindísimo contar con el cariño de la gente. La semana pasada me pidieron un autógrafo y tenía tanto tiempo que no me pedían uno, porque el celular reemplazó todo eso. Ahora son las fotos”, dijo la locutora de OK Radio.

A Naty, como la suelen llamar sus fans, comúnmente le regalan artículos de Mickey Mouse, su personaje favorito.

“Me mandan peluches, pantuflas, collares, estuches para el celular... Todo lo que haya de Mickey la gente me lo hace llegar; pero también cartas con mensajes preciosos y muchas cositas elaboradas por indígenas”, mencionó Rodríguez.

Natalia conserva la mayoría de cosas, algunas que vienen desde su época en VM Latino, aunque sí lamenta que con los años otros detallitos se le perdieron en el camino.

Tanto Natalia Rodríguez como Lussania Víquez, Monserrat del Castillo, Omar Cascante, Ítalo Marenco y Geovanni Calderón reconocen que ni por asomo, se consideran famosos; pero sí están conscientes que el aparecer en pantalla los hace populares y eso, les significa una responsabilidad: ser ejemplo para quienes los honran con su simpatía.