Encarnar la desesperación, la culpa y el sufrimiento humano no es tarea sencilla. Ponerla en pantalla, mucho menos.
La fragilidad de los cuerpos es la miniserie argentina que se estrenará este jueves, a las 7 p. m., en TNT y que nace a partir de la muerte: la de un niño que deambulaba entre las líneas férreas y la del maquinista que conducía la locomotora.
Los protagonistas de la historia son Eva De Dominici y Germán Palacios, quienes interpretan a Verónica Rosenthal, una feroz periodista que sospecha que hay algo más detrás del suicidio del conductor de trenes; y a Lucio Valrrosa, otro maquinista quien, tras varios accidentes mortales, se había resignado a una vida silenciosa e insípida.
Viva tuvo la oportunidad de conversar en medio de una entrevista telefónica grupal con ambos actores sobre cómo asumieron la piel de sus personajes, su interés en la historia y cómo surgió la química que derivó en una historia de matices tan eróticos.
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Tanto De Dominici como Palacios otorgan el mérito a la explosividad en las líneas de la novela homónima de del periodista argentino Sergio Olguín: un maquinista llamado Alfredo Carranza comete su cuarto atropello –esta vez un niño– y la culpa lo lleva a tomar la decisión de arrebatarse la vida al lanzarse de la azotea del edificio donde su psiquiatra lo atendía.
"Ahí es donde se ve la mano del autor en la novela. A mí, particularmente, me parece un modo exctroirdinario el que el hombre [Olguín] encontró para plantar dramáticamente el tema. La serie, sin bien es fuerte, está muy en contexto. A partir de ea acción tan contundente, que es lo primero que ves en la serie, entrás en su universo", explica Palacios, quien interpreta a Lucio.
"Lo que se cuenta es el restrés postarumático que tiene ese maquinusta, el dolor que siente, la culpa que tiene y también la culpa de la empresa de no apoyarlo piscológicamente cuomo se debe", dice, por su parte, De Dominici. "Ese hombre ya no puede más con su dolor y la última muerte es la que termina por matarlo".
Aunque Alfredo Carranza es un personaje secundario dentro de la historia, su realidad marca el hilo conductor de la serie y, al mismo tiempo, deja en evidencia una problemática que quizá no sea exclusiva de Argentina.
Con la finalidad de prepararse para su papel, Palacios visitó a un conductor de ferrocarriles, quien le mostró los pormenores de su oficio y le relató cómo afronta su gremio las constantes tragedias.
"El maquinista que me recibió también tuvo arrollamientos. Me dijo que la vida útil de un maquinista es corta, que se jubila a los 54 años y que puede llegar a tener un promedio de hasta 100 arrollamientos. Cada maquinista tiene diferentes mecanismos de defensa, y de acuerdo con ellos, así es el síntoma", manifiesta el actor.
"El el caso de mi rol, esencialmente tiene una disfunión con el sueño y pesadillas. Esto es algo común a todos los maquinistas, lo sobrellevan y deben seguir trabajando para mantener a sus familias, porque no tienen otro oficio. Dos o tres días después de un arrollamiento, ya están de nuevo trabajando y están angustiados. Muchos algunas veces se suicidan, es un destino bastante trágico", explica Palacios.
Desvíos en el destino. Antes de quitarse la vida, Carranza deja una nota para su esposa, en la que se disculpa por su decsión y pide perdón a las familias de las víctimas.
Cuando la historia llega a manos de la periodista de Nuestro Tiempo, Verónica Rosenthal, se desatan una serie de intrigas y de pasiones inesperadas.
Rosenthal está decidida a ir tras la verdad y, en su camino, conoce a Lucio, un hombre de familia que hacía mucho había perdido el apetito sexual.
"La atracción es mutua, los dos caen rendidos al otro. Es una atracción muy física, pero que tiene cierta ternura. A Verónica no le importa que él sea casado. Cuando están juntos, son los amantes perfectos", dice De Dominici.
"Creo que tuvimos muy buena química, mucha entrega de parte de los dos y confiamos mucho el uno en el otro. Sí había escenas realmente muy comprometidas, porque el erotismo es un elemento primordial en la serie", añade.
La fragilidad de los cuerpos se compone de ocho episodios en los que incluso las vidas de Verónica y de Lucio comienzan a correr peligro conforme se acercan a la verdad: una red de poderosos personajes que operan desde el anonimato y que explotan la vida de un grupo de niños a cambio de la promesa de convertirlos en estrellas y unos cuantos pesos.
"¿Quiénes están detrás de ellos? Como la punta de un iceberg, el suicidio de este maquinista derivará peligrosamente en una historia donde la muerte no es una casualidad ni mucho menos una voluntad propia", advierte TNT.