‘La dulce vida’ premió el humor afrocaribeño y la verdadera amistad

Una señora llamada Miss Granny y la pareja de amigos Piwirindo y El Guachi cautivaron a los jueces del segundo y tercer programa, respectivamente.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

De primera entrada ver a un hombre vestido como mujer e imitando voz y ademanes femeninos podría resultar burlesco, sobre todo cuando emula dichos propios de la cultura afrocaribeña. Esa primera impresión se disipó cuando Jeremy Willis, un humorista limonense, empezó a desarrollar a su personaje Miss Granny (Sexy Barbie Girl), que representa “a las señoras negras que llenan de alegría a su comunidad y dicen todo con franqueza”.

La jocosidad de ese personaje femenino hizo que Jeremy resultara ganador del segundo programa de La dulce vida, de Repretel, espacio que regresó a la televisión nacional y que, al igual que hace 30 años, busca al mejor humorista de Costa Rica.

Orgulloso de sus raíces, con Miss Granny, una señora de más de 60 años, Jeremy Willis quiere reflejar todo lo relacionado con su cultura afrocaribeña.

“Soy el primer comediante negro en el país. Con este personaje tratamos de hablar de la cultura y el sabor que tienen los negros. Las manera peculiar que tenemos de hablar. La idea es mostrar, a los demás, aspectos relacionados con nuestros orígenes. Miss Granny retrata a las negras y su personalidad, de sus gustos por el baile, de su apariencia despampanante. Mi inspiración es mi abuelita, me crié con ella”, aseguró.

El humorista, quien también trabaja como instructor físico, cuenta que algunas personas le han escrito “ofendidas por ser un hombre imitando a una mujer negra”, sin embargo, asegura que en su natal Limón su personaje ha sido muy bien recibido, pues dice que “la comunidad se siente identificada”.

“Eddie Murphy y otros han representado a mujeres negras, en el país eso no se ha visto. Hay quienes quieren hacer imitaciones de negros pero no tienen apoyo por no ser negro y por hacer blackface (maquillaje teatral empleado para representar a una persona de raza negra) que es algo que vemos como una manera de burlarse de los negros”, aseveró el humorista, de 34 años.

Para Jeremy este gane en el segundo programa de La dulce vida, significa una inmensa posibilidad para “abrir nuevas puertas” y que su personaje sea conocido masivamente. Tras su participación el sábado 13 de abril, cuenta que le contrataron para varios shows.

“Me siento feliz de poder representar la cultura”, agregó Jeremy, quien también es creador de los personajes Michael Samuel Bullit Bombastic y El DT (el detenido).

Jeremy está casado y tiene un hijo de dos años.

Las diferencias hacen a los compas

El tercer programa de La dulce vida, emitido el 20 de abril, coronó como ganadores a David Barahona y Mauricio Álvarez, quienes son payasos de profesión, pero que en el espacio presentaron a dos peculiares personajes: Piwirindo y El Guachi, respectivamente.

Piwirindo y El Guachi son dos buenos “compas” que aunque la sociedad muestra que son “muy diferentes” ellos se nutren de sus distintos conocimientos y así han cultivado una gran amistad.

Piwirindo es “un presumido estadounidense amante del gimnasio” y El Guachi “un nicaragüense que se gana la vida cuidando carros”, según describen sus creadores.

La pareja de humoristas consideran que en pareja su trabajo fue mejor, lo que permitió que en escena no hubiesen “tiempos muertos”, pues mientras uno se cambiaba o agregaba un accesorio a su vestuario, el otro entretenía.

Ambos crearon a sus personajes ante la solicitud de animar eventos para adultos. El Guachi existe hace 11 años y Piwirindo hace dos.

“Ellos siempre se saludan de panza, tienen su propio código. Ellos no distinguen si uno tiene dinero y el otro no. Eso no se distingue. En el show hacemos crítica social y política. Eso sí, procuramos mantener el humor blanco pero que genere reacción”, aseguró Barahona, de 33 años.

Los humoristas se conocieron hace 27 años. David empezó a los seis años y en ese momento Mauricio tenía 18 y le ayudó a involucrarse en el mundo de las risas y el entretenimiento. Actualmente cada uno tiene su propia empresa, mas realizan muchas presentaciones en conjunto.

Para ambos, haber podido participar en La dulce vida fue una experiencia de crecimiento. Haber ganado les hace querer enriquecerse más en el ámbito del humor.

“Somos gente muy trabajadora. Después de esto mi misión es trabajar en un programa de comedia. Aparecer en un programa de televisión. Siempre he tenido el sueño de trabajar en tele, o ser locutor y entrevistador en radio”, afirma Mauricio Álvarez, de 45 años.

Barahona agregó: “Para mí este trabajo implica crecimiento. Haber pasado el casting era ganancia. Repretel es empresa prestigiosa. Fue muy bello, llegué a divertirme, a dar lo mejor, llegué a ganar, dedicamos horas de ensayo para estar ahí.

David Barahona está casado y es papá de una niña de casi tres años; próximamente él y su esposa tendrán un hijo.

Mauricio Álvarez se casó hace 29 años y es padre de tres hijas.

La dulce vida se transmite todos los sábados a las 8 p. m. por canal 6.