El 12 de febrero de 2008, en Oxnard (California), Brandon McInerney, estudiante de octavo grado, disparó a su compañero de clase Larry King dos veces en la parte trasera de la cabeza.
Cuando Larry murió, dos días después, su asesinato conmocionó al país. ¿Había sido un crimen de odio perpetrado por un neonazi en ciernes cuya masculinidad había sido amenazada por un chico afeminado que se fijaba en él..., o era más que eso?
Analizando la extensa cobertura de este trágico suceso, Valentine Road , de estreno en HBO, cuenta la historia de dos víctimas: el difunto y el homicida. Con una mirada incisiva, el documental se fija en las problemáticas historias familiares de Larry y Brandon: ambos procedían de hogares desestructurados, sufrían abusos, estaban muy perdidos y carecían de un sentido de pertenencia.
El filme se estrenó en el Festival de Sundance con gran suceso y arriba al escenario mundial cuando el planeta ve con frecuencia masacres y tiroteos en los Estados Unidos, país falto de un control de armas adecuado.
Es así como esta cinta desmenuza uno de los eventos más sorprendentes y terroríficos que impactaron a los Estados Unidos y al mundo cuando el 2008 apenas daba sus primeros pasos.
Uno de los aspectos más destacados por la crítica es que Valentine Road (el filme fue bautizado así porque en esa calle se encuentra la morada final del adolescente asesinado) es que se muestran las dos versiones de la tragedia sin que se perciba sesgo alguno.
Así, de la mano de la directora Marta Cunningham, se aborda el tema desde una visión integral, con antecedentes que analizan lo ocurrido a partir de una visión empática. En cambio, las versiones de los noticiarios fueron mucho más simplistas.
Brandon McInerney, de 17 años, asesinó a Lawrence King, un muchacho gay dos años menor, y fue sentenciado a 21 años de cárcel en un segundo juicio, después de que el primero fuera declarado nulo por la incapacidad del jurado para llegar a un acuerdo.
McInerney era un adolescente conocido por sus ideas extremistas y su odio a los homosexuales. Durante el juicio, su abogado arguyó que la víctima, Larry King, acosaba sexualmente a Brandon, lo que fue considerado por los grupos homosexuales como una nueva utilización del tristemente conocido recurso al “pánico gay ” como argumento exculpatorio o atenuante en casos de asesinatos de personas homosexuales.
La acusación pedía que McInerney fuera juzgado como adulto, pese a que tenía 14 años en el momento de cometer el crimen (la ley penal californiana lo permite), lo que suponía una condena por asesinato en primer grado.
La otra posibilidad era juzgarlo como menor, lo que suponía una condena por homicidio voluntario. La diferencia estribaba en el tiempo de cárcel: 50 años en el primer caso, 20 en el segundo.
Valentine Road nos mostrará cómo terminó el caso judicialmente hablando. Ya se sabe que la gran tragedia ubica a un muchacho en el cementerio, y al otro, en la cárcel.
La pregunta más importante que lanza el filme es: ¿cómo prevenir que esto vuelva a suceder? 1