El ritmo acelerado de la gran manzana hace que sus habitantes se acuerden de todo menos de lo fundamental: el orden. Por esta razón el programa Cada cosa en su lugar: Nueva York, viene a arreglar y comprender qué hay detrás de cada caótico hogar.
El programa presentado por el diseñador Michael Moeller y la actriz Nina Ferrer es la nueva propuesta de Discovery Home & Health, la cual se estrenó el domingo anterior.
A lo largo de toda su temporada se verá cómo espacios declarados “inhabitables” de casas y apartamentos se convierten en hermosos salones de juegos, talleres de trabajo y otras áreas especiales que sus dueños siempre soñaron, pero que por culpa del desorden, no sabían que podían tener.
Este programa sirve también para reflexionar sobre la acumulación de artículos materiales, lo qué hará que algunos de los espectadores se pregunten: ¿Realmente necesito todo lo que tengo?
“A medida que el equipo de Cada cosa en su lugar: Nueva York realiza su magia van a ayudar a los propietarios a llegar a la raíz de sus problemas y comprender la batalla de la desorganización que se les impide avanzar y romper las barreras emocionales que les impide llegar a la felicidad libre de desorden. Todo comienza con la evaluación, en ella el equipo de Cada cosa en su lugar: Nueva York va a ser implacable en su evaluación, empleando el enfoque práctico por el que se conocen los neoyorquinos”, asegura una reseña del sitio The Futon Critic.
Cada cosa en su lugar: Nueva York ha tenido diferentes versiones que han pasado por la pantalla chica y que han cambiado de nombre según su alcance
Una de las más conocidas es la llamada simplemente Cada cosa en su lugar , presentado por la excéntrica Niecy Nash, una conductora que ponía en venta todo lo inútil que encontraba en la casa de los protagonistas de cada episodio con el objetivo de recaudar dinero para hacer las mejoras necesarias.
A esta saga se le deben sumar los shows Clean House Comes Clean y Clean House: Messiest Home .
Disfrute a partir de este mes la forma en la que una casa debe ponerse en regla al estilo Nueva York.