Frustración, sacrificio y entrega: así fue el proceso de los finalistas de ‘Dancing with the Stars’

Este domingo 10 de noviembre se conocerá al ganador de la sexta edición de ‘Dancing with the Stars’, la estrella será elegida solamente por votos del público. Los finalistas repasaron sus altibajos durante esta temporada.

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Desde el arranque, Greivin Morgan destacó en la pista; sin embargo, días antes de la gran final, se lesionó el tobillo. Sharon Segura hizo su debut en el ballroom pero en el fondo no lo estaba disfrutando, pues no sentía que pertenecía allí. Sofía Chaverri se esforzaba para dar lo mejor en el baile, no obstante fue nominada recurrente en el Reto de las Estrellas.

Por su parte, Marko Jara tenía que ensayar incluso los domingos, con el fin de aprenderse la coreografía al filo de la presentación, pues para él “era frustrante” no saberse el baile. A pesar de sus usuales buenas calificaciones, una vez fue sentenciado por tener “pocos votos populares”.

Cada uno de los finalistas de Dancing with the Stars vivió en estas 12 semanas diferentes situaciones que los retaron a sacar su mejor versión. Se trató de desafíos que los obligaron a dejar de lado la frustración, pues al final el objetivo era disfrutar y ser los mejores.

Vivian Peraza, productora de Dancing with the Stars considera que estos cuatro participantes son los idóneos para competir en la final.

“Pienso que los cuatro han demostrado ser personas que han perseverado en la pista. Se les ha visto crecimiento a cada uno. Son personas que no tienen límites, se esfuerzan todos los días”, aseguró.

En vísperas de la final de esta sexta temporada de Dancing with the Stars, Viva conversó con los cuatro finalistas sobre su experiencia. Tres de ellos confían en que el público los hará ganadores, mientras que otro aprendió a dejar que todo suceda sin crearse expectativas.

Greivin Morgan

El modelo se destacó desde el inicio. Junto a Lucía Jiménez lograron la mayor cantidad de calificaciones perfectas. El desempeño de Morgan se debió, cuenta, a que desde el principio trabajó para estar en la final, consciente de que sería un proceso difícil. Su experiencia estuvo cargada de ánimo y esfuerzo, aunque cerca de la final se lesionó el tobillo.

Cinco días después del contratiempo, dice que se siente bien, se medica y usa hielo para garantizar estar al 100% en la final que espera ganar.

"Los jueces darán su opinión, pero es el público el que decide. Es bonito porque al final ellos eligen a quien le gusta. Lucía y yo estamos satisfechos con lo que hemos hecho. Tenemos fe de que nos van a escoger como campeones”, dijo.

Los cuatro finalistas decidieron que para la final no iban a hacer rifas para motivar al público a votar. Sin embargo, el modelo contó con ayuda de diferentes amigos del medio para que pidieran votos para él. Incluso, un grupo (Renzo Rímolo, Jair Cruz, Gustavo Gamboa) hizo un reto para que Morgan ganara 5.000 votos en 24 horas.

En la final Greivin y Lucía bailarán salsa, contemporáneo y Jive.

Sharon Segura

El juez y experto en ballroom, David Martínez ha dicho que la modelo y presentadora Sharon Segura es quien mayor evolución presentó en competencia. Ella, desde el inicio, se proclamó como finalista y sus seguidores coincidían, pues con su energía era probable que fuera dinamita en la pista. Pero al principio no fue así.

“Mis primeros bailes (samba y paso doble) fueron muy complicados. En las primeras dos galas siento que me salía de mi cuerpo y dejaba de ser yo. No entendí mis coreografías, no las bailé con amor. Pensaba demasiado, no sentía que pertenecía allí”, detalló.

Fue a partir de la tercera gala, la del Año memorable, donde Sharon empezó a disfrutar, sabiendo que aunque no era bailarina profesional podía sacar lo mejor de sí misma.

Ella fue una de las participantes que más dinámicas con regalos realizó con el fin de recibir el apoyo de sus seguidores. Para la final no hay rifas; sin embargo, confía que el apoyo del público los convertirán a ella y al bailarín Michael Rubí en los ganadores. “La gente es fiel”, dice.

Sharon confía en que esta experiencia permitirá que se abran nuevas puertas laborales y recalca que ha sido muy valioso llegar a un público más masivo y que puedan conocer a una “mujer real”.

En esta final ella bailará salsa, reguetón (en el baile libre) y hustle.

Sofía Chaverri

Desde el arranque de la competencia, Sofía Chaverri le dijo al bailarín Javier Acuña que, al llegar al escenario, quería presentar bailes limpios y adicionalmente dar show, contar historias. Dice que las personas han agradecido sus puestas en escena, mas esto no la eximió de estar nominada en varias ocasiones y de siempre tener que ponerle bastante empeño a una coreografía extra para el reto.

Para su sorpresa, a la final pasó directo, sin tener que ir a sentencia. Ella destaca que, aunque no siempre ocupó primeros lugares en la tabla de posición, sí tuvo buenas calificaciones y eso fue gracias al progreso.

Admite que vivió momentos de frustración cuando los planes no salían como se esperaba; sin embargo, sobreponerse y seguir intentando le permitió ganar confianza en sí misma.

“El aprendizaje a nivel personal es inmenso. Profesionalmente, me abre puertas pero, sobre todo, DWTS te enfrenta con vos misma física, emocional y mentalmente. Cada semana tenés que ser más fuerte que la anterior. Hay mucho en juego. A veces si no sale algo uno se frustra. Es una lucha con uno mismo. La experiencia me ha hecho ganar muchísima más confianza en mí misma. Me deja ese buen sabor de boca. La disciplina da frutos aunque a veces cueste. Fuimos casi que a todos los retos: sufrimos pero esto nos queda como lección de vida. A pesar de obstáculos lo logramos”, afirma.

Sofía celebra que, de cara a la final, ninguno de sus compañeros acudiera a rifas para ganar votos, pues ello implica un trabajo adicional a las tres coreografías que tiene que bailar (en su caso hustle, estilo libre y tango).

“Si el concurso es de baile, la gente apoya por el baile y la empatía, eso es lo importante. La idea no es que la gente vote porque le van a regalar una casa”, agregó.

Marko Jara

En palabras de Marko Jara él es “el único participante” en ensayar incluso los domingos, pues la mayoría del tiempo se le dificultó aprenderse las coreografías. El cantante dudó que llegaría a ser finalista.

“Con respecto al baile me frustré porque uno no es bailarín. Había que repetir y repetir y uno dice: ‘Dios ayúdame’. Generalmente me aprendía la coreografía el domingo, porque entre semana no me salía. Soy el único que ensaya los domingos”, cuenta.

Aun así, Marko siempre mantuvo buenas calificaciones. Solamente fue nominado en la gala cinco y esa vez quien salió fue Coco Vargas. A partir de allí dice que el apoyo del público “se disparó”; de hecho él y su pareja de baile, Tatiana Sánchez, pasaron directo a la final.

“Fue sorpresivo llegar a la final. Yo dudé que iba a llegar. Tengo una frase: ‘Uno no debe de creerse ganador pero debe luchar para serlo’. Acepté el reto queriendo ganar. Fui gala a gala. No espero ser el ganador. Si se da, sería increíble”, contó.

Para Marko esta experiencia es de las mejores de su vida.

“Ganamos cariño del público y se conoció más mi carrera como cantante. Siento que se abrirán puertas”, agregó.

En la final, Marko y Tatiana bailarán merengue, contemporáneo y paso doble.