Adolfo Hitler tenía un gran plan: atacar Estados Unidos, un pensamiento que, al parecer, tenía desde principios de la II Guerra Mundial (1.° de setiembre de 1939) , a pesar de que los estadounidenses solo se involucrarían luego del ataque japonés a Pearl Harbour, el 7 de diciembre de 1941.
Los delirios del gran dictador incluían un bombardeo a Manhattan; específicamente a los rascacielos, símbolo del espíritu emprendedor de los neoyorquinos.
El desquiciado pensamiento del canciller germano cobijaba la idea de utilizar bombarderos alemanes; así, pensaba el antiguo cabo, pensaba desmoralizar a sus eventuales enemigo, ya que confiaba en que el efecto sicológico de esos golpes cambiarían el curso de la guerra.
Los planes de ataque de Adolfo Hitler no llegaron a concretarse en la realidad; sin embargo, sí estuvieron en el papel. Incluso, se diseño un avión, con el cual el régimen nazi pretendía que fuera su brazo ejecutor: el Amerika Bomber.
Aquellas fantasías de destrucción del III Reich, que pretendía llegar los 1.000 años –pero que solo duró 12– es lo que nos cuenta el documental Hitler ataca América.
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