Ser vista como una persona y no solamente como “la mujer de cuerpo bonito” es la principal razón por la que Diana Ibarra, una de las presentadoras de Vivalavi de Multimedios, agradece estar en televisión. Su trabajo en la revista de variedades le ha permitido darse a conocer.
“Lo que más me gusta es el contacto con las personas y demostrarle a la gente quién soy de verdad. En redes sociales ven otra imagen, la de una mujer más sensual. En el programa me gusta mostrar quien soy, esa persona espontánea. Muestro quien soy más allá de un cuerpo”, asevera.
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Diana Ibarra, de 33 años, es parte del elenco de presentadores principales de Vivalavi junto a Edgardo Camacho, Marcela Ugalde y Gustavo Gamboa, con quienes “hizo química” desde el inicio.
Antes de llegar a Multimedios (canal 44 en televisión abierta) –se unió en marzo cuando inició la revista– ella trabajó como modelo y presentadora. Sus primeros pasos en la televisión los dio en el desaparecido Sin complejos, espacio en el que presentaba junto a René Barboza. A esa experiencia dice que le debe todo lo que sabe hoy.
Antes de divertir y entretener a la audiencia de Vivalavi, Diana también ejerció su profesión como abogada: laboró en el sector público y en un bufete, mas en su oficio no encontró “la pasión” que sí halla en la pequeña pantalla.
“Estoy enamorada de la televisión y me encantaría permanecer. Quisiera que este proyecto sea exitoso, que dure muchos años. Estar en tele me apasiona. Con el derecho sé que es la carrera que tenía que estudiar para obtener un título, pero no quiero seguir ejerciendo. Tengo ese respaldo por si en algún momento lo necesito”, aseguró.
Diana dice ser amante de la familia y de los buenos valores. Desde su trinchera en tele encuentra el canal ideal para promover el reciclaje, el cuidado de los animales y del planeta.
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Diana, la mamá
Ibarra es mamá de dos niños: Sebastián, de nueve años y Emiliano, de seis. Su vivencia como madre es la que considera la más grande e importante.
“Para mí ser mamá es todo. Ellos son todo. Con ellos conocí el amor real y a primera vista. Cuando uno está joven sueña con un príncipe azul, pero para mí el amor real es cuando se conoce a los hijos”, dijo Ibarra, quien tras 10 años de matrimonio, se divorció.
A sus pequeños Diana procura transmitirle la energía y actitud positiva que refleja todas las tardes en Vivalavi.