A nadie le enseñan cómo ser papá, pero cuando a uno le toca, al menos debería intentarlo. A los papás de Daddy Daycare los vemos fracasar una y otra vez, pero, bueno, al menos se esfuerzan. La serie británica , que el canal FX estrena en Latinoamérica, es de esos placeres culposos que la telerrealidad nos ha regalado tantas veces: ver a otros fracasar nos da la ilusión de que estamos en control.
La verdad es que, en la situación que Daddy Daycare pone a nueve hombres, sería difícil llegar con una receta ideal: cuidar a niños en una guardería, aunque no tienen ninguna experiencia criándolos en casa. Es ver un choque de trenes en directo; o sea, buena televisión para horas perezosas.
Esta serie en tres partes muestra a nuestros nueve padres renuentes y cómo se adaptan a las rutinas de cuido de docenas de niños ajenos (bajo la supervisión de profesionales, naturalmente).
Uno de los padres, Paul, ha contado que, antes de la serie, se sentía “como Rambo”, capaz de lidiar con todo. Cometió el error de comentar que cambiar pañales no es trabajo apropiado para hombres. El diligente personal de la guardería le consiguió un par de guantes de hule y al bebé más problemático que pudieron encontrar.
Como serie documental, recoge los testimonios de hombres que han tenido problemas en su hogar por su aparente negligencia con respecto a sus niños. Sus parejas celebran el nuevo reto; para ellos, es una experiencia que, más que traumática, resulta educativa. ¿Lo será para uno, como televidente?
¿Cómo se controla a una habitación repleta de bebés que lloran? ¿Cuánta comida darle a un niño? ¿Y si no se duermen? ¡Feliz día, papá!
Editor web en La Nación. MA en Programación y Curaduría de Cine (Birkbeck, Universidad de Londres). Más de 12 años de experiencia en periodismo de cultura y arte. Bachiller en Periodismo y Producción Audiovisual de la Universidad de Costa Rica. Curador audiovisual con experiencia en el CRFIC, el MADC, espacios independientes y eventos.
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