El insidioso programa de E! vuelve luego del deceso de su pilar, Joan Rivers. Regresa con ocasión de los Globos de Oro y los principales cuestionamientos de la prensa y de la audiencia tratan de reconocer si Kathy Griffin fue una elección idónea para sustituir a Rivers.
Comprender un poco el ejercicio del programa y las opciones al verse obligado a cambiar un presentador son puntos adecuados para valorar de mejor manera la cuestión. Al final, solo hay dos opciones: cambiar radicalmente o mantener lo posible.
Realización. El programa, en su regreso, muestra una propuesta idéntica a la anterior; es una producción a varias cámaras, en un estudio pequeño y muy sencillo. El set es básicamente el mismo. Es un programa tipo talk show , con un panel de personas constante; el escenario es valioso pues debe ser armónico, pero no es lo primario.
La realización, en muchas ocasiones, es chafa. No por el hecho de ser producido en Estados Unidos, meca de los medios, significa que un programa va a ser santa palabra.
El programa rompe reglas básicas del audiovisual con prácticas como cortar de una persona a un encuadre muy similar sin suficiente variación del ángulo.
Aunque en este tipo de show esa construcción del sentido no es tan relevante –en tanto se comprenda la discusión verbal–, las reglas del audiovisual son la base de la televisión. La realización es modesta.
Contenido. Al margen de que sea del gusto de la audiencia, o que a usted le parezca relevante o no el contenido del mismo, es innegable que el programa mantiene un tratamiento idéntico al acostumbrado.
Hay que comprender que muy diferente al usual programa criollo de este tipo, en Fashion Police –y en muchos otros productos de EE. UU.– existe una estructura de guion mucho más fuerte que por su naturaleza admite la improvisación en una especie de “propuesta abierta” que guía, pero procura chispazos de humor y polémica previamente escritos.
Entonces, claramente se está apostando por mantener la oferta del modo más similar a la experiencia que regularmente se entregaba, la cruda realidad es si la audiencia aceptará una propuesta igual con un pequeño gran cambio.
El cambio. Kathy Griffin es una gran actriz, con una carrera muy variada. Su estilo está abiertamente influenciado por la misma Rivers. La propuesta con el mismo estilo de guion y con un set que básicamente es el mismo, cumple en el sentido más práctico recreando la experiencia. La producción está apostando no por renovar, sino por mantener todo lo posible.
La audiencia regularmente busca al mismo personaje. Es justo como cuando se preguntaba en Costa Rica si Pilar Cisneros era reemplazable, el tiempo lo muestra: un producto continúa sin necesidad de amarrarse a una persona específica.
La producción no busca un reemplazo para Rivers, sino para un tipo de personaje; es decir: la mujer madura con comentarios inapropiados, chispazos pasados de tono y con suficiente personalidad para guiar un panel tan particular como el de Fashion Police .
Otros espacios como The Tonight Show llevan décadas haciendo relevos generaciones manteniendo su propuesta y, sobre todo, manteniéndose al aire.
Sin embargo es la conexión con la audiencia la que al final dicta si esta decisión es la correcta o no. Posiblemente, si usted es seguidor del espacio pueda tomar en cuenta lo que se comenta acá y valorar la propuesta a la luz de estos argumentos.