‘Crímenes de familia’: el filme de Netflix que perturba y encanta a la vez

El filme argentino, de Sebastián Schindel, es uno de los más vistos en Costa Rica. Suspenso, mentiras y crímenes extraídos de la vida real sobrecogen y hacen delirar a la audiencia.

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Cuando la vida real se mezcla con la ficción, el impacto de una película suele ser más duro. Es el caso de Crímenes de familia (2020), la cinta argentina que llegó a Netflix para estremecer y seducir a los ticos.

La cinta, dirigida por Sebastián Schindel, se ubicó esta semana en las 10 cintas más vistas en Costa Rica, gracias a una historia que te mantiene atado al sillón. Dice la revista Heaven Horror que Crímenes de familia “es el tipo de thriller que se queda en tu mente unos días después de verlo” y la verdad es que tiene razón.

Crímenes de familia cuenta la historia de Alicia (Cecilia Roth) y el trance en que su vida se convirtió en una pesadilla.

Resulta que Alicia y su esposo Ignacio (Miguel Ángel Solá) viven en un barrio de clase alta. Conviven con Gladys (Yanina Ávila) –su empleada doméstica– y su hijo Santiago, de 3 años. Es una vida agitada, pero normal, hasta que sus vidas empiezan a alterarse por la situación de otros de sus hijos, Daniel (Benjamín Amadeo).

Daniel, de 35 años, es acusado de violación e intento de homicidio por parte de su exesposa, lo que ocasiona un revolución en la vida de todos. Su entrada a la cárcel y un eventual juicio, serán una desgracia y una vergüenza en potencia.

“¿Cuánto tiempo crees que van a tardar los medios en darse cuenta de que nuestro hijo está preso?”, se pregunta Alicia, desesperada, en una de las escenas de la película.

Pero hay otra tormenta que se cuece al mismo tiempo. El matrimonio de Alicia va a tambalearse terriblemente, mientras que Gladys va a ser cuestionada por la justicia. Conforme avanza la cinta, a fuego lento, el público va a ir descubriendo cada uno de los terribles detalles.

Se trata de escabrosos acontecimientos, que no solo dejarán impávida a Alicia. Cuando usted sepa que están relacionados con la vida real, le costará creerlo.

“Es una película de mujeres, una historia de tres madres que son capaces de hacer de todo por el amor a sus hijos”, adelantó Sebastián Schindel a la agencia de noticias EFE.

La violencia de género, la sociedad “enferma” y el sistema judicial argentino dan trasfondo a la trama y muy buenos temas de discusión.

Lo que pasó.

“Detrás de cada caso criminal se encuentra una tremenda tragedia humana. Mis películas no son un policial de ¿quién lo hizo? Ya conocemos al culpable. Lo importante es entender el torbellino de emociones humanas detrás de cada acto. Ojalá que la Justicia lo entienda alguna vez”, dijo Schindel al diario argentino Río Negro, reflexionando sobre sus motivaciones para filmar Crímenes de familia.

Para quienes suelen ir más allá de la trama, el guion de Crímenes de familia fue construido a partir de dos sucesos por separado. No tenían relación alguna, pero Schindel los unió con maestría.

Según Schindel, fusionar las historias reales fue un proceso de años. Al final, para enlazar los dos caso, creó el personaje de Alicia y todo tuvo sentido.

Schindel no dio detalles sobre cada caso, pero sí advirtió que los mismos se dieron en Argentina y que tenían una cosa en común: eran delitos con agravante por el vínculo, es decir, por acometer contra un pariente.

“Decido combinar estos dos casos, que nada tienen qué ver, para que transcurran dentro de una misma familia, que tiene como cabeza de familia a Alicia. Ella va a ser la protagonista involuntaria de esta tragedia, pues actuando con las mejores intenciones, toma las peores decisiones”, dijo el cineasta a EFE.

Las peores decisiones, porque Alicia termina defendiendo lo indefendible con tal de no afectar la reputación de su familia.

En el caso de Gladys –mujer víctima de violencia laboral y violación–, Alicia la deja casi a la deriva.

Pero en el caso de su hijo, la actitud de Alicia es peor.

Alicia, sin argumentos, se pondrá en contra de otra mujer, la cual alega el maltrato criminal de Daniel. Todo sea por defender a su hijo, aunque la culpa no la deje en paz.

Retorcida es la actitud de Alicia. Lo que hay detrás de ambos casos perturbará a todos y explicará el abismo moral en el que caen sus personajes.