En medio del frenesí de la sala de partos, Berto es el único que no hace nada útil. Su esposa está a punto de dar a luz al primer hijo de esta pareja de clase media, y él rebota –teléfono en mano– por todo el salón, extraviado en pensamientos propios del que podría ser el momento más trascendental de su vida. Berto es cómico de profesión pero en el instante en que su primogénito se asoma al mundo, ningún chiste parece apropiado. Y aún así nos reímos.
Así inicia Mira lo que has hecho, y con apenas un par de minutos el creador y protagonista Berto Romero deja clara la premisa detrás de la nueva serie de comedia del servicio Movistar Play: la paternidad es un cúmulo de contradicciones con alto valor humorístico.
Con una primera temporada de seis capítulos, Mira lo que has hecho está apalancada en la realidad, pues Romero encarna a una versión ficticia de él mismo, compartiendo personaje e intérprete rasgos comunes: comediantes, esposos y, desde luego, padres.
Romero es uno de los exponentes más notables del stand up comedy de España y tiene 20 años como un rostro frecuente del teatro y la televisión en su país. Se sabe famoso –con todo lo bueno y malo que eso conlleva– y lo mismo le pasa al Berto de la serie. La diferencia entre ellos es que mientras que en Mira lo que has hecho el protagonista apenas se estrena como progenitor, Romero ya tiene tres hijos... y se le nota al hablar.
Decir que el capítulo debut es hilarante es quedarse corto. Si bien la serie puede ser disfrutada por quien sea, sin duda que su ojo está fijo en quienes han pasado por la quijotada de criar a otros seres humanos. En cada diálogo es imposible no encontrar paralelismos y referencias a nuestras propias vivencias, al desordenado anecdotario que vamos armando a medida que aprendemos sobre la marcha a lidiar, guiar y amar a nuestros hijos. El viejo refrán de que los bebés no vienen con manual de instrucciones, en Mira lo que has hecho es ley escrita en piedra.
La historia tiene que ver con Berto y Sandra (Eva Ugarte), y de las dinámicas de pareja y familia que se crean a partir del nacimiento de su primer hijo. Desde la llegada del bebé, su casa es un hervidero de parientes y amigos, todos emitiendo a la vez consejos contradictorios que deben ser acatados bajo pena de resentimiento. La tía que solo se realiza hablando de sus hijos, el esposo harto de todo, el suegro hostil, los abuelos que opinan de todo. Muchas voces tratanto de imponerse con su propia verdad, y en el medio un matrimonio desbordado de dudas.
En medio de todo, Berto y Sandra procuran mantener la cordura, lo cual parece una titanada en medio de las trasnochadas y sus respectivas carreras profesionales. Mientras tanto, sus padres sonríen, con un poco disimulado aire de revancha.
Mira lo que has hecho es una de las series en las que Movistar deposita la fe, de cara al lanzamiento en Costa Rica de su plataforma de streaming. Movistar Play es un servicio de valor agregado a los clientes de la telefónica, quienes cuentan ahí con un amplio catálogo de películas hollywoodenses y series reconocidas. Sin embargo, el gran factor diferenciador (y principal activo) es el creciente menú de series originales producidas en España, totalmente exclusivas de Movistar Play (otras muy recomendadas son los dramas La Peste y La Zona).
Días atrás, Berto Romero atendió vía telefónica a Viva. Este es un extracto de la conversación.
Quienes tenemos hijos hacemos nuestras muchas de las referencias que aparecen en la serie. ¿Cuánto de su experiencia como padre de tres hijos está volcada en Mira lo que has hecho?
Sí hay algo de mi vivencia en la serie, empezando por la voluntad de querer hablar de la paternidad. El motor de la narración viene de ahí, y sí hay alguna experiencia vivida en la serie pero no tanta como pudiera parecer. También hay experiencias de otros padres que han compartido conmigo y que las hemos incluido en esa realidad alternativa que me he construido en la serie.
El equipo de guionistas hemos seguido una línea de que todo lo que se incluya en la serie tenga un pie anclado en la realidad, no nos importa tanto que sea verdad o no, sino que la serie respirara realidad, naturalidad. Es una historia que explica tu camino a convertirte en padre y a encontrar tu lugar en relación con tu hijo y tu propio padre.
¿Cuánto cambió su vida al convertirse en padre?
Para mí fue casi doble, pues corresponde no solo a convertirme en padre sino a la pérdida de mi padre. Ambos acontecimientos ocurrieron con dos años de diferencia y fue un cambio de mi lugar en el mundo. Eso es casi más importante que la vivencia diaria del detalle, y para un cómico los momentos más trascendentales son los más divertidos, pues es cuando te juegas algo que la cosa se vuelve interesante. Cuando tienes un hijo estás entre la espada en la pared, toda tu familia vuelve a poner los ojos en ti, es como si te volvieras a la adolescencia pero ahora con una vida dependiendo de ti.
En relación a tu padre, el tener un hijo te pone un espejo delante: ¿cómo lo habría hecho mi padre? Te pones en los pies de tu padre y esa historia me pareció muy interesante para explicarla en una comedia que tuviera un tono realista, no queríamos llevarla a la hipérbole. No quería hacer una serie a la medida de un cómico como la ha tenido Louis CK, sino centrarla en este momento de la vida.
En la serie, su personaje es una versión de su realidad como un cómico conocido por todos. ¿Cómo se lidia con esto de andar por la vida con una cara que los demás ya reconocen y sobre quien se tiene creado un concepto?
Es muy interesante. Yo hago stand up desde 1998 y esa ha sido mi escuela y lo que soy. En el stand up construimos un personaje a partir de nuestra persona en la que incluimos solo los rasgos que nos interesa. Me parecía interesante usar a ese personaje en esta historia porque coloca al público es un lugar determinado y cuando se enfrentan a la serie saben que soy un cómico, esperan que se den situaciones graciosas. Es como al inicio de Fargo, cuando te indican que esto es una historia real cuando no lo es; a mí me interesa que el público pueda jugar con ese dato extra.
Que te reconozcan en la calle es una circunstancia que viene dada por el éxito, pero no es la que me interesa conseguir, es un efecto colateral. Es un lugar común, un cliché que me gusta usarlo en la serie, porque todo el mundo intuye lo que es ser famoso.
La serie inicia con el parto, y con su personaje diciendo que este es el momento que va a recordar toda su vida. ¿Cuál fue su intención ahí?
Que esa fuese la escena inicial es una declaración de intenciones. Toda esta serie habla de la dificultad no solo de ser padre, sino de hacer cosas que nadie sabe cómo hacerlas. Mi generación somos los que nacimos en la década de 1970 y hemos tenido a los hijos más cerca de los 40 años que de los 30, y llegamos a una paternidad muy curiosa, pues la intelectualizamos muchísimo. Hemos leído mucho, hemos visto muchas películas y sabemos que vamos a hacer algo trascendental, mientras que nuestros padres lo asumían de un modo más natural, con cierto grado de necesaria inconciencia. Nosotros pensamos mucho, y eso lleva a contradicciones y a momentos muy cómicos pues hemos vivido una vida muy de Peter Pan, pensando que seguiríamos siendo niños hasta llegar a mayores, con una película de Star Wars cada año, y al ser padres, ese choque me parece muy interesante.
¿Está previsto que tengan más temporadas?
De momento tenemos la segunda temporada en marcha, la hemos terminado de rodar hace unas semanas. Yo tengo en mente tres temporadas para este serie con el arco de historia que me interesa contar de la pareja, y hasta ahí sé.
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Al ver la serie, es fácil sentir como una familia real al ensamble de actores. ¿Cómo se dio la selección de los intérpretes que lo acompañan?
Hemos sido especialmente cuidadosos porque queríamos hacer una serie muy naturalista. Hemos trabajado un casting basados en afinidades, complicidad, que fueran caras desconocidas casi todos en comparación conmigo para crear esa ilusión.
¿Qué posibilidades le da el trabajar en un servicio como el de Movistar frente a una televisora más tradicional?
Movistar en su apuesta por la producción propia ha protegido mucho a los autores, y ha permitido que el autor que lidera cada proyecto se exprese del modo más libre posible. En mi caso ha sido así desde el principio. Esto es sustancialmente distinto a trabajar con un operador más tradicional, donde normalmente te impone de entrada criterios o te dice que vamos a hacer una ficción parecida a esta otra. En este caso, me consta, nos hemos encontrado con el papel en blanco y con la propuesta de ‘exprésate como tu quieras'. Es una experiencia nueva, no estaba acostumbrado a trabajar con esta libertad, y no puedo estar más contento. El resultado son productos muy personales.
El que la serie esté disponible en Latinoamérica le abre las puertas a un mercado nuevo. ¿Hay planes de trabajo para nuestra región?
Pues aún no porque no soy de sentarme con mi gato de angora en el regazo a elaborar planes. No me lo había propuesto pero obviamente el poder llegar a toda la América de habla hispana me parece una maravilla. Esta serie es muy universal, hemos huído de los localismos porque creemos que la experiencia de la paternidad es universal, igual que todos entienden lo que es ser hijo.