Bailarina Tatiana Sánchez: ‘La mayor desventaja de Óscar López es que nunca ha visto a alguien bailar’

Pareja de baile del exdiputado y excandidato presidencial echa mano del ingenio para que López cautive desde la pista de ‘Dancing with the Stars’ a pesar de su discapacidad visual

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Tatiana Sánchez reconoce que experimenta el mayor reto en su carrera de bailarina desde el momento que conoció que Óscar López sería la estrella con quien competiría en la quinta temporada de Dancing with the Stars.

La vecina de San José suma dos décadas en el mundo del baile. Entre el 2008 y el 2012 se especializó en ballet y danza moderna en la prestigiosa academia Alvin Ailey American Dance School, en Nueva York, y ni siquiera escudriñando en aquella rigurosa formación halla un desafío similar al que le implica semana a semana la competencia de ballroom.

“Los años que estuve en Estados Unidos fueron muy duros, como estudiante y profesional, pero era solo yo experimentando eso, entonces yo medía cuánto más me podía exigir porque la danza es muy exigente. Pero si comparo eso a lo que vivo actualmente puedo decir que este es el reto más grande de mi carrera hasta ahora porque no todo depende de mí”, comentó la experimentada bailarina, quien es parte de Dancing with the Stars desde hace cuatro años, primero como asistente del juez experto en ballroom David Martínez y desde el año pasado como bailarina.

Sánchez reveló que cuando la producción le comentó este año de la posibilidad de que acompañara en la pista a López, una persona invidente, ella se asombró y temió en primer momento. Desde entonces, no ha habido día en que Tatiana eche mano de su ingenio para montar las coreografías con una vistosidad capaz de encaminarlos con éxito en la competencia, pero también donde procurara el bienestar de ella y de López.

“Me dio miedo cuando la producción me dijo. Es que este reto tiene la particularidad de aventurarse al vacío, por lo menos en las primeras semanas, porque lo que nosotros buscamos cada semana es un resultado favorable y no sabía cómo iba a proceder con Óscar, pero yo no contaba con que él fuera una persona tan trabajadora y ceñida en que las cosas salieran bien. Entre los dos logramos inventar un sistema con el que yo le puedo explicar”, enfatizó Sánchez.

El método

La bailarina, de 32 años de edad, detalló que el proceso con el fundador del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) inició enseñándole a mover cada pie según la necesidad de ella, a disociar los movimientos, y a tomarse confianza entre ambos.

“Lo que me di cuenta, es que la mayor desventaja de Óscar López es que nunca ha visto a alguien bailar y para saber bailar hay que ver a la gente, entonces con él se empezó desde cero. En las primeras coreografías que presentamos en el programa yo lo tenía agarrado de las manos en todo momento y lo iba guiando así; en las semanas posteriores, nos comenzamos a soltar entonces en los ensayos le agarraba el brazo y le indicaba la posición en la que debía tenerlo al soltarnos, ya ahora en las últimas coreografías lo he soltado más, porque ya él se habituó a la pista”, reseñó Tatiana Sánchez.

Otra particularidad en su metodología de enseñanza es que todos los ensayos se realizan en la pista de Dancing with the Stars y no en la academia Latin Stars, donde se preparan el resto de las parejas. Eso le ha permitido a ella montajes más osados pues Óscar López tiene medido en pasos el tamaño del entablado en largo y ancho.

Al ingenio de Sánchez para sacar la tarea en la competencia de ballroom, se suma el dictado de la coreografía que ella le hace a Óscar mientras están en la pista.

“Siempre le voy diciendo las cosas, pero en los videos no se nota. Le voy diciendo que se mantenga al frente, que rote a una dirección específica… lo ubico en el espacio durante nuestra presentación en vivo”, aseveró la bailarina entre risas.

Sánchez tildó la experiencia de “aventura”. “Esto es una aventura semana a semana. Ha sido la temporada que más nerviosa me he puesto antes de salir a bailar porque a como todo puede salir muy bien, también podría salir muy mal, pero Óscar está muy comprometido con esto y él no se queda tranquilo hasta que logre la coreografía. Óscar me pone ensayos extras a mí, es demasiado responsable, en la casa de él se pone a ensayar, si se le olvida algo me llama y me manda videos para que yo vea cómo lo está haciendo”, contó.

Por el trofeo

Esta semana, el reto para la pareja es doble. En la gala de este domingo 4 de noviembre cada dupla deberá presentar dos coreografías. Óscar López y Tatiana Sánchez bailarán Quickstep y Estilo libre.

“Cada quien monta la coreografía de acuerdo a las capacidades de su compañero de baile. Hay que pensar en qué se le va a ver bien a esa persona. Óscar, por ejemplo, ha hecho muchas alzadas, pero nunca vamos a hacer una alzada en la que él me tira al aire y me ataja, pero hay trucos que sí se pueden hacer”, enfatizó.

La bailarina destacó que con Óscar existe una gran química que les permite sacar la tarea en Dancing with the Stars. “Pasa contando chistes malos durante todo el ensayo”, dijo Sánchez en medio de risas.

La casi arquitecta (le quedan pendientes algunas materias para sacar esa carrera) dice que la vitrina que le abrió Óscar López en Dancing es amplia, por lo que no descarta en algún momento, dedicarse a la enseñanza de la danza para personas con alguna discapacidad.

Esa aspiración tiene terreno encaminado ya que Sánchez recién inició su propio estudio de baile: Body Language, ubicado en Pozos de Santa Ana.

Ahí, Sánchez enseña desde a niños de dos años hasta adultos en temas como movimiento creativo (a los más pequeños), jazz, ballet, gimnasia, tap y danza aérea. También está iniciando un módulo de baile popular y de ballroom.