De vuelta al trabajo y con tremendos cambios. Así podría resumirse la nueva realidad de Amal Clooney, quien adoptó el apellido de su esposo, en una decisión que sorprendió a todos sus compañeros.
Resulta que la abogada regresó a sus labores y lo hizo en Atenas, ciudad en la que aterrizó con su jefe, Geoffrey Robertson QC. Ambos mantendrán una serie de reuniones con responsables del gobierno griego durante su estancia, relativas a la devolución de las esculturas del Partenón que actualmente se exponen en un museo británico
Esto provocó que el diario del Reino Unido, Times , publicara ciertos comentarios sarcásticos, en cuando a que la visita de la señora Clooney tenía otro fin.
“Nos quitó al hombre más guapo y ahora nos quiere robar los mármoles”, reseñó el periódico.
Además de este tipo de comentarios, Amal ha tenido que lidiar con la atención de los fotógrafos y de la prensa, lo que incomoda sobremanera a su jefe.