Netflix revive la historia de Ana Frank y el drama de cinco sobrevivientes del Holocausto

El emotivo documental, de aproximadamente 90 minutos, toma extractos del diario de la joven y los entrelaza con los relatos de otras mujeres que no olvidan ese tormentoso capítulo de sus vidas en una producción que busca generar conciencia en las nuevas generaciones.

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Si Ana Frank estuviera viva, tendría 91 años. Sin embargo, murió de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen y su cuerpo fue arrojado a una fosa común, junto al de otras 23.000 personas.

El 12 de junio de 1942, a sus 13 años, Ana comenzó a escribir un diario mientras permanecía escondida junto a su familia, del régimen nazi, que pretendía acabar con todos los judíos. El diario relataba lo que la joven vivía diariamente en su escondite, lo que escuchaba y cómo se sentía.

Sin embargo, años más tarde fueron descubiertos y ella y su hermana fueron trasladadas al campo de concentración en el que murieron.

En el refugio en el que estuvieron ocultos por dos años, quedaron sus cosas, incluido su diario, el cual hoy es mundialmente reconocido, pues permite recordar lo que se vivía en aquel entonces desde la mirada de una adolescente.

Ahora la múltiple ganadora de premios Óscar, Bafta, Globos de Oro y Emmy, Helen Mirren, se dio a la tarea de analizar las páginas de aquel escrito y reflexionar sobre lo que la adolescente y miles de judíos debieron atravesar en el documental Descubriendo a Ana Frank: Historias paralelas.

Esta es una cinta de 94 minutos que desde esta semana forma parte del catálogo de Netflix.

“Este documental es muy sincero y valioso. Helen Mirren lee el diario desde una reconstrucción de la habitación secreta de Ana en la casa de Amsterdam y en la que menudo recupera el aliento con emoción. Es completamente sincero”, afirma The Guardian.

Supervivencia

El documental también se adentra en las realidades de cinco sobrevivientes del Holocausto, que tienen edades similares a los años que tendría Ana actualmente. Las mujeres relatan lo que fueron aquellos años y cómo lo recuerdan tantas décadas después.

Las mujeres se expresan con mucha paz, pero en sus memorias se mantienen presentes los desagradables recuerdos y hay cosas que no pueden perdonar.

“No siento odio, por el contrario, aprendí a amar a la gente. Pero odio a los nazis, no les perdonaré nunca lo que le hicieron a los niños, a quienes mandaron a la cámara de gas”, dice Sarah Lichstejn-Montard, una de las sobrevivientes.

La mujer afirma que sus hijos, nietos y bisnietos son su burla contra los nazis. De hecho, en el documental, también se le da voz a los descendientes de las mujeres, quienes afirman que no superarán lo ocurrido a sus abuelos.

La producción se complementa con fotografías y videos de la época, así como con la presencia de historiadores.

Pero este documental, también intercala las historias de las sobrevivientes con la trama de una adolescente de 16 años, quien visita el campo de concentración y va descubriendo lo que significó realmente el Holocausto.

“Es un documental didáctico de clara vocación millennial que intenta despertar las conciencias más jóvenes a través de la que quizá es la figura más simbólica del Holocausto. La joven instagramer comprime en hashtags su paso por los lugares que mantienen viva la llama de la pesadilla de los campos de exterminio. Un poco despropósito, sí, pero ante el cada vez mayor número de negacionistas dispuestos a enterrar, manipular o tergiversar la verdad, parece más tolerable que nunca”, rescata El País.

Es, por tanto, una película dirigida a personas más jóvenes queriendo conocer sobre este capítulo de la historia.

“Explora mediante tres texturas narrativas diferentes, esa huella pisada y dejada por Ana Frank: la lectura de lo escrito y sentido por la adolescente, el viaje de una joven actual por algunos de los lugares donde se consumó el Holocausto y los testimonios de algunas supervivientes de los campos de exterminio. Esos tres hilos trenzados tienen una función depuradora y limpia, que, al tiempo, acaricia la memoria y el homenaje a esa niña que ahora habría cumplido noventa años, como esas abuelas que aparecen en la pantalla y muestran sus cicatrices”, detalla ABC.

El largometraje es dirigido por Sabina Fedeli y Anna Migotto; y coproducido entre Italia, República Checa, Francia, Alemania y Holanda.