Roxette conjura un nuevo encanto

El dúo sueco lanzó su nuevo trabajo con el que rompen una pausa forzada de 10 años y dejan atrás el cáncer que afectó a la cantante

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El silencio que guardó durante una década uno de los grupos suecos más populares de todos los tiempos pasó a ser historia con el lanzamiento de Charm School. Roxette ha vuelto.

Su “retiro” no fue voluntario y el camino de 10 años que marcó el regreso está bañado de lágrimas y miedos, pero sobre todo de esperanza inquebrantable.

Ni el cáncer que sufrió la cantante Marie Fredriksson pudo evitar que este dúo, que ha vendido más de 75 millones de discos en todo el mundo, esté hoy de vuelta, con su característico y poderoso sonido de pop con tintes de rock.

Ser número uno es algo a lo que tanta ella como su compañero musical Per Gessle han estado acostumbrados durante los 25 años de carrera, con éxitos como Listen to Your Heart y The Look. Sus discos y sencillos ocuparon el lugar de privilegio en listas alrededor del mundo, en especial a finales de los años 80 y durante buena parte de los 90.

Sin embargo, ahora que toda una generación ha crecido sin saber de ellos de primera mano, enfrentan uno de sus mayores retos.

No en vano su nuevo álbum lleva por nombre Charm School (Escuela del encanto), y la fórmula de ese hechizo es sencilla y conocida. Él tiene las canciones y ella tiene la voz y juntos están dispuestos a conquistar el mundo... otra vez.

Se trata de una colección de 12 temas, cuya música y letra son compuestas en su totalidad por Gessle, y que es una mezcla de la enérgica escuela pop y las elegantes baladas que han caracterizado su trabajo.

Fue en el 2009 cuando se dio a conocer la noticia de que Roxette estaba trabajando en un nuevo álbum de estudio, que sería el sucesor de Room Service (2001).

El nuevo disco estaba previsto para ser publicado el año pasado; sin embargo, fue hasta hace unos días que, por primera vez en diez años, un disco de estudio nuevo de Roxette llegaba a las tiendas.

Producido por el propio Per Gessle en conjunto con Clarence Öfwerman y Christoffer Lundqvist, el álbum se grabó entre febrero y octubre del año pasado en la ciudad de Vallarum, en Suecia.

La única excepción es la hermosa balada I’m Glad You Called. La canción parece ser una segunda parte de una de sus grandes baladas, la desoladora Spending My Time (1991). Ahora la historia es diferente; todo en esta vida se supera.

Odio decir que me alegra que llamaras, aunque no importe ya, hubo una época en la que tal vez me interesara, pero ya estoy viendo a alguien más ahora”, dice el coro.

Este tema se grabó en un hotel en Munich, Alemania, en diciembre del 2009. Que haya sido en esa ciudad no es coincidencia. Roxette tocaba por primera vez en vivo tras la recuperación de la vocalista como parte de su participación en la gira de conciertos Night of the Proms, la misma que tuvieron que suspender cuando se le descubrió el tumor.

“Comenzamos a pensar en el futuro y a planear la posibilidad de hacer un nuevo álbum que capturara todo lo bueno que hay alrededor de Roxette, mientras seguimos viendo hacia el futuro”, le dijo Per Gessle a la prensa británica.

La última canción en grabarse para este disco fue She’s Got Nothing on (But the Radio), poderoso tema que sirve como primer sencillo promocional del álbum.

La contagiosa canción ha empezado a abrirse campo en el gusto del público, mientras que el álbum ya alcanzó primeros lugares en países como Suecia y Alemania.

En una entrevista con la revista germana Super, Per Gessle confesó que aún se sorprende por el triunfo. “Nunca se puede dar el éxito por sentado. No importa cuantos hits se haya tenido o cuantos discos se haya vendido, siempre empiezas de cero”, explicó el compositor.

Con los pies bien puestos en la tierra, el músico aceptó que hubo un momento en que incluso pensó que era imposible un nuevo álbum de Roxette. “Hace cinco o seis años, ni siquiera me hubiera atrevido a soñar que volvería a existir Roxette. Ver a Marie en frente del micrófono y escucharla cantar es grandioso. Todos pensamos que nunca iba a suceder, así que es muy especial para nosotros”, agregó.

En esa entrevista, Gessle explicó que su compañera rara vez da entrevistas, ya que no se siente cómoda para expresar en inglés el dolor que vivió por el cáncer.

“Mientras sigamos teniendo fuerza y motivación, continuaremos haciendo música”, aseguró el también cantante, de 52 años.

Reiniciar. Lejos de centrarse en la tragedia personal que vivió la vocalista, el álbum toca los conflictos sentimentales que todos atravesamos, por lo cual cualquiera puede identificarse con ellos.

Uno de los temas que llama la atención de este nuevo material es In My Own Way, que data de 1984, pero hasta ahora es incluida en un disco del grupo.

Las guitarras y la batería ocupan un lugar predominante en estos nuevos temas, como ha sido tradicional en anteriores entregas del grupo sueco.

Una buena muestra de esto es Way Out, la cual abre el disco y deja claro, de una vez, que Roxette sabe roquear con su vigoroso ritmo.

La carga vocal está muy repartida en esta ocasión. En la mayoría de los temas, ambos integrantes comparten el micrófono.

No obstante, es en baladas como No One Makes it on Her Own, en que la voz de Fredriksson tiene la oportunidad de brillar como años atrás. De hecho, fue la potente voz de ella la que convenció a Gessle de crear el dúo.

El disco también tiene un aire sesentero en dos de las piezas: Only When I Dream y Dream On, que transportan al escucha a otros días con un vaporoso ambiente creado con guitarras acústicas.

Cierra el álbum la reflexiva Sitting on Top of the World, que le calza a la perfección a un grupo que durante años ha dominado el mundo del pop y que, por ahora, no piensa en bajarse de la cima.