“No es mi filosofía para todo, pero cuando hago música, prefiero estar incómodo y hoy lo estoy”, explica Richie Nieto. El músico tendrá este sábado 10 de noviembre su primer concierto como solista en el país. Tiene 48 años recién cumplidos y hace más de 30 que es parte del mundo de la música.

Richie Nieto incursionó en la música nacional como guitarrista del grupo Índigo, en donde compuso con sus compañeros canciones como Azul. En ese grupo se convenció de que su futuro estaba en la música, pero también aprendió a grabar esa música.

“Fue viendo trabajar a Eri Román que me interesé en esa parte. Ahora Eri se va a encargar de grabar el concierto”, comentó Nieto.

Claro que el músico está incómodo. Su concierto debut será grabado y será su carta de presentación para buscar fechas en otros lugares. El público de ese concierto estará sentado en las butacas del Teatro Espressivo, donde no habrá distracciones para la audiencia.

Se ha enfrentado a escenarios bastante grandes. Con Índigo hicieron un concierto de despedida en el 2014. Con sus amigos de Gandhi tocó en setiembre algunas canciones durante el 25 aniversario de la banda, todo improvisado en el escenario.

“Tenía 30 años de no sentirme nervioso por un concierto, supongo que eso es algo bueno”, dijo el músico quien vive en Toronto hace 16 años. Este concierto será el primer paso para retomar su carrera como músico en vivo.

Conversamos con el compositor de 48 años sobre este regreso, su nuevo álbum Faith in Ephemera y su paso por la escena tica durante los años 90, época en la que grabó varios álbumes clásicos del rock nacional.

Sed por experimentar

A la música de Richie Nieto le sobran técnica y talento. A la fecha ha compuesto tres discos de rock progresivo: Giant Robots and Sunsets (2007), An Odd Magnet For The Peculiar (2017) y Faith in Ephemera (2018), todos disponibles para escuchar y comprarse en su perfil de Bandcamp.

“Mi primer disco solista fue muy experimental, en mi época más de progresivo. Vivía en Los Ángeles y tocaba un instrumento que se llama chapman stick, bastante usado en el progresivo”, comentó Nieto.

Él define esa etapa como su momento más experimental y se nota: el disco tiene sonidos electrónicos, el chapman y guitarras eléctricas. No fue hasta el 2017, diez años después, que volvió a grabar un álbum.

“Es un disco influenciado por guitarristas como Satriani y Vai, de ahí fue que salió ese disco (An Odd Magnet For The Peculiar). No quise perder el impulso, porque si paraba, sabía que podía entrar a una etapa larga de no hacer música. Así que rápidamente me puse a trabajar en el tercero”, señaló.

Ambos discos son pensados para una banda de rock y por eso, presentará material de los últimos dos en su concierto del sábado. Aunque los hizo pensando en tocarlos con una banda, él grabó todos los instrumentos (bajo, guitarra y batería). Nada le quita su sed por experimentar.

“Siento que finalmente encontré mi estilo como compositor. Es un disco muy personal”, dijo sobre este disco, que, según él, fue compuesto en uno de los momentos más complicados de su vida.

¿Cómo es que un disco instrumental puede transmitir su historia? Nieto dijo esforzarse por darle a Faith in Ephemera una narrativa.

El álbum empieza con momentos de furia (como en Cry Wolf) y frustración (The Mangler). Luego tiene momentos de tristeza (Ghost of a Man) y termina con esperanza (Hope).

“Hope es una canción acústica y es dedicada a mi esposa, por todo el apoyo que me ha dado durante estos años”, contó Richie.

Para interpretar estas y otras canciones, este sábado tendrá en el escenario a Padraig Boggis, un guitarrista inglés que conoció en Toronto; al baterista tico Horacio París, de Cocofunka y Giant Sleeper; y en el bajo a Chalo Trejos, quien fuera su compañero en Índigo.

“Con Chalo mantengo una gran amistad de años. Siempre le muestro la música que hago y viceversa, tenemos una química musical muy grande”, señaló Nieto.

Nueva etapa

Richie Nieto se casó con una tica en 1999 y desde entonces vive fuera del país. Primero estuvo en Los Ángeles, en donde trabajó por varios años en la musicalización de cine y televisión. Ahora, hace 16 años, se mudó a Toronto donde trabaja con la empresa de videojuegos Ubisoft.

“Creo que en cine y televisión hay una fórmula preestablecida de lo que se puede hacer. Al final de cuentas aprendés a hacer ese trabajo y listo, lo hacés igual siempre.

”En el campo de los videojuegos podés trabajar música a como se puede desarrollar los sonidos de un arma, los pasos de un personaje y otras cosas, es mucho más abierto a la creatividad”, explicó.

Según el sitio IMDB, Richie Nieto ha trabajado en el departamento de audio de juegos como Splinter Cell: Blacklist, Assassin’s Creed (en las secuelas Unity y Syndicate) y Watch Dogs 2.

30 años atrás, cuando tenía 18, jamás se imaginó que su interés por grabar música terminaría así. Y eso que Richie grabó algunos discos considerados de culto para el rock nacional.

Su primer álbum grabado fue el Hombre Azul de El Parque, publicado en 1995. Después de eso grabó el álbum Chuis parece árbot (1997) de Bruno Porter y los discos En el jardín del corazón (1997) y parte de Páginas perdidas (1999) de Gandhi. También fue guitarrista de Café con Leche desde 1991 y hasta 1996, cuando José Capmany empezó su carrera solista.

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“Era una época muy especial porque cada quien tenía su estilo musical y era fácil escuchar algo en la radio y decir, 'eso es Gandhi o eso es Suite Doble'”, recordó.

Su último álbum grabado en el país fue precisamente el homónimo de Suite Doble y después de eso, vendió su equipo de grabación y partió a Norteamérica.

Había que preguntarle a Richie qué fue lo que lo motivó a hacer un cambio tan drástico en su vida.

“Hago las cosas pensando en cuánto puedo crecer. Si uno está cómodo durante mucho tiempo, se acostumbra y le cuesta encontrar ese crecimiento, por eso busco la incomodidad”, finalizó.

No se lo pierda

Fecha: Sábado 10 de noviembre, 8 p. m.

Lugar: Teatro Espressivo, en Curridabat.

Entradas: A la venta en la boletería del teatro y en el sitio espressivo.cr. Entrada general: ¢10.000.