Con uno de los éxitos más conocidos de su trayectoria artística, fue como Reik rompió con la ansiedad que sus seguidores costarricenses vivieron la noche del sábado en el concierto que los mexicanos ofrecieron en el Anfiteatro Coca-Cola del Parque Viva.
Qué vida la mía, canción del 2005 que recuerda el debut internacional de Reik en la música, fue el abrebocas de una noche que Jesús, el vocalista, prometió que iba a ser muy especial... y vaya que lo fue. De aquel año ya han pasado tres lustros y no en vano, porque la madurez artística y, por supuesto la personal, le han sentado muy bien a Julio, Jesús y Bibi tanto en horas de tarima como en sus personalidades. Se les ve contentos, seguros, más que profesionales y agradecidos con su arte.
Los Reik, conocedores del amor que le profesan sus fans ticos, fueron toda entrega desde que subieron al escenario a las 9:15 p. m.
“Buenas noches, Costa Rica. No, perdón, lo dije mal. Buenas noches, Costa Rrrrrica. Estamos encantados de estar aquí con ustedes esta noche. Han pasado demasiados años desde la última vez que estuvimos aquí en vivo, lo bueno es que como hace mucho no venimos pues les traemos un show especial con canciones que no han oído; vamos a bailar, vamos a cantar, vamos a llorar. Vamos a hacer de todo esta noche”, dijo Jesús en su primer contacto con el público del Parque Viva.
La elección del repertorio fue muy atinada, y aquí es donde volvemos a ver la calidad de los artistas sobre tarima, porque intentaron no dejar nada por fuera de ninguna de las etapas musicales que han vivido durante más de 15 años de trayectoria.
Lo pop latino, la balada romántica y probadas infaltables de su faceta urbana estuvieron presentes en el espectáculo. La primera parte del recital presentó la romantiquísima Voy a olvidarte y luego le dio paso a ¿Qué gano olvidántote? Después de esa dosis de amor, un medley de música pop puso a bailar todos los asistentes.
Éxito tras éxito, así fue el desarrollo del concierto. Noviembre sin ti fue un claro ejemplo de lo que sucedería durante el espectáculo, el trío, intenso y firme en escena cantó otra de las piezas más fuertes de su historia. Sin embargo, para que no quedara dudas del buen trabajo que han hecho los mexicanos en su historia llegaron otros grandes hitos de su existencia: Fui e Inolvidable.
Cuando llego el momento de ponerse más atrevidos con el género urbano la presentación se torno de romántica a algo caliente. Un medley de sus temas más al estilo reguetón fue lo que necesitaba el público para encender aún más sus emociones.
Mientras Julio y Bibi hacían lo suyo en las guitarras, apoyados también por una banda de batería, teclados y bajo, Jesús demostró no sólo sus dotes como cantante sino que se vio disfrutando al máximo mientras hacía pasos de baile algo provocadores y cargados de picardía.
“Gracias a todos por estar aquí, gracias porque últimamente han sido unos años muy divertidos e interesantes para nosotros. Gracias por esta aventura”, decía Bibi al micrófono mientras sus compañeros de banda llegaron al escenario con una sorpresa muy especial.
Este domingo el guitarrista cumple años, así que sus amigos le llevaron un queque a escena para celebrarle junto a los ticos quienes se sumaron a la famosa canción de Cumpleaños feliz.
Tras la breve felicitación, la música siguió y como fue la tónica del espectáculo, a puro éxito. Los de Reik no necesitan tener un espectáculo cargado de distracciones en escena, ellos tres se bastan para sostener el show, son carismáticos y disfrutan mucho de lo que hacen, tienen una buena conexión entre ellos y eso hace que el pública se rinda ante ellos.
“Gracias por el cariño tantos años, gracias por los gritos. Canten y bailen porque los amamos”, fueron las palabras de agradecimiento de Julio.
Yo quisiera, Un año, Ya me enteré, la dulce y a la vez movidísima Aleluya e Indeciso. Cuando llegó Amigos, una de sus colaboraciones urbanas, en este caso con el colombiano Maluma, el público se emocionó aún más porque además de los muchachos de Reik, en las pantallas del anfiteatro se vieron algunas imágenes del originario de Medellín.
El cierre llegó con otro de sus bombazos urbanos: Me niego, que grabaron junto a los puertorriqueños Ozuna y Wisin. Allí de nuevo Jesús se deshizo en baile y tras él, las almas que en muy buena cantidad llegaron a Parque Viva.
Teloneros
El dúo de música tropical Periko y Jessi León arribaron al escenario a las 8:15 p. m. Por primera vez en nuestro país, la pareja conformada por un peruano y una argentina deleitaron a los presentes en el Anfiteatro con su propuesta musical bailable, romántica y alegre.
Los músicos fueron armonía en escena, a guitarra, maraca y voz, calentaron el ambiente con Me vuelvo loco, Química y El regalo. Los músicos también tuvieron oportunidad de ponerse más románticos gracias a temas como Sola, canción en la que se destacó poderosamente la voz de la argentina.
El costarricense Dani Maro también fue parte del espectáculo. El tico que actualmente vive en Colombia aprovechó la visita a su tierra para estrenar una canción: Me vale madre; pero también interpretó Ya no llora, parte de su repertorio original de corte urbano, incluyendo también la balada Ángel, dedicada a su mamá que falleció hace unos años.
Con una personalidad especial, el joven artista logró una fuerte química con el público porque no solo demostró su talento como compositor e intérprete, sino que también demostró sensibilidad y una particular y criolla manera de ser.