Rafa Rosario: ‘Los Hermanos Rosario siguen siendo los dueños del swing, no tenemos fecha de vencimiento’

Este viernes 15 de junio el popular grupo dominicano ofrecerá un concierto gratuito en el Paseo de los Turistas, en Puntarenas, a las 8 p. m. El sábado es el turno del salsero nicaragüense Luis Enrique.

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Sin duda alguna el merengue es sinónimo de Los Hermanos Rosario. Desde hace cuatro décadas, la agrupación dominicana de los hermanos Rafa, Luis y Tony es una de las instituciones del género por su trayectoria y su intenso trabajo al difundir con música la historia de su país.

Este viernes 15 de junio esta institución musical, la dinastía Rosario, se presentará en un concierto gratuito en Puntarenas. La cita corresponde a la campaña Jale al Puerto, del Instituto Costarricense de Turismo y que también el sábado tendrá en otro espectáculo bailable al salsero nicaragüense Luis Enrique.

“Nos sentimos muy contentos de regresar a Costa Rica, hace ya unos dos o tres años que no vamos. La banda, mis hermanos y yo estamos esperando poner a bailar a los ticos. El show es muy entretenido, van a gozar mucho, no se van a arrepentir", explicó Rafa Rosario, líder de la banda, en entrevista telefónica con Viva.

El artista, que comenzó la agrupación en conjunto con sus hermanos, hizo un repaso por la trayectoria de Los Hermanos Rosario, así como lo que significa la música para su familia y el legado que han dejado en 40 años de historia.

–Después de tantos años en la música, ¿cómo asumen la responsabilidad de darle alegrías al público?

–De la misma manera que el público nos da alegría a nosotros. El ver cómo la gente nos recibe, cómo bailan y cómo cantan nuestros temas es una gran satisfacción de ver que a través de tantos años la gente siga gozando de nuestra música.

–¿Cómo lograron convertirse en la institución de la música latina que son?

–Somos muy preocupados por el buen sonido, por hacer bien hacer las cosas. Nuestra música tiene que estar siempre acorde con los tiempos y las nuevas generaciones, nos mantenemos grabando y pegando temas que es lo más importante para un artista.

–Pero aunque están acorde con los tiempos, el sonido y el sabor se mantiene en su esencia…

–Es muy importante mantener la esencia del merengue, creer en lo que haces, confiar siempre en tu trabajo. Nuestro sonido fue el que gustó al principio y seguimos creyendo mucho en eso.

–¿Por qué es importante mantener la esencia en momentos donde la industria está dominada por los géneros urbanos?

–Es bueno aferrarse a lo esencial, pero también hay que renovarse. La gente pondera mucho nuestro trabajo y lo aplaude, pero hay que trabajar para que el merengue se mantenga por muchos años porque es parte de la patria, de la identidad nuestra. El merengue tiene más de 100 años, no se va a perder fácilmente, nosotros seguimos trabajando para que el público lo goce.

–¿Cómo es la relación de la banda, con los hermanos?

–La relación familiar nos enseñó desde siempre a ser muy respetuosos y cariñosos. En la organización el respeto es lo principal, también llegan los integrantes nuevos porque cuando ven que aquí lo que hay es puro respeto se mantienen así. A los nuevos los tratamos como hermanos, como parte de la familia, no tenemos complejos de superioridad, todos somos iguales.

–¿Qué les han dejado estas cuatro décadas de carrera, tanto en lo familiar como en lo artístico?

–La experiencia de saber hacer bien las cosas tiene mucho valor, el buen trato al seguidor y a las fans. Nos han dejado el cariño de la gente por tanto tiempo; además, nos dejó mantener bien a una familia, poner a los hijos en buenos colegios.

–La dinastía sigue con las nuevas generaciones de jóvenes Rosario. ¿Qué significa para ustedes, los que comenzaron con la música, que sus hijos sigan sus pasos?

–Los hijos ven lo que haces y siempre quieren hacerlo, pero por más que uno quisiera que se fueran por otra profesión, la música en la sangre no se puede negar. Es un orgullo ver a mi hijo y a los hijos de mis hermanos haciendo música, seguir con la dinastía Rosario. Son muchachos talentosos y cariñosos.

–¿Siguen siendo los dueños del swing?

Claro, nadie puede tener más swing que nosotros porque somos pura vida, somos pura música y puro baile. Somos un grupo sin fecha de vencimiento.