Greenpeace publicó este lunes un video del pianista italiano Ludovico Einaudi tocando el Ártico con el fin de llamar la atención sobre la reunión en Tenerife esta semana de la comisión Ospar, "que podría asegurar la creación de la primera zona protegida en aguas internacionales del océano Ártico", según informó la ONG en un comunicado.
Einaudi, rodeado únicamente por icebergs y agua, interpreta la pieza Elegy for the Arctic (Elegía por el Ártico), sobre una plataforma flotante en mitad de ese océano, frente al glaciar Wahlenbergbreen (en Svalbard, Noruega).
Greenpeace entregó este martes a los quince países europeos firmantes de la Convención para la Protección del Medio Ambiente Marino del Atlántico del Nordeste (Ospar) ocho millones de firmas recogidas en todo el mundo que les emplazan a crear un santuario en el Ártico.
WATCH: Stunning performance by Ludovico Einaudi to #SaveTheArctic 🎵 https://t.co/Yb7MTLUI30
— Greenpeace (@Greenpeace) 20 de junio de 2016
Los firmantes de este convenio celebran esta semana en la isla española de Tenerife, en el archipiélago canario, la reunión que pone fin al periodo de seis años en los que España coordinó sus trabajos.
Doce activistas de Greenpeace se presentaron hoy en el hotel donde tiene lugar la reunión para entregar a cada uno de los 16 miembros de Ospar (los quince estados firmantes y la UE) ocho cajas con firmas de ciudadanos que exigen que se protejan las aguas del Ártico, convencidos de que el cambio climático "no permite esperar".
La portavoz de la campaña en Greenpeace España, Pilar Marcos, explicó que las asociaciones ecologistas quieren que Ospar proteja la zona del Ártico situada en aguas internacionales que queda directamente bajo su competencia: una extensión de océano de 232.650 kilómetros cuadrados entre Groenlandia y Noruega.
Marcos subraya que esa superficie solo representa una pequeña parte (8.3%) del "santuario" que Greenpeace exige para todo el Ártico, pero su declaración tendría una gran "carga simbólica" y también "geopolítica", porque sería la primera protección que se establece sobre esas aguas, muy codiciadas por varios estados.
Los activistas de Greenpeace también entregaron a los delegados de los gobiernos representados en Ospar una memoria digital con detalles sobre los países de procedencia de los ocho millones de firmas.