Mon Laferte, cantante chilena: ‘Me permito toda esta neurosis y después me siento liberada porque algo se sana’

La cantautora estrenó el sencillo ‘Chilango Blues’, canción cruda con tintes de liberación, que combina el blues con el rock y los sonidos alternativos. Sobre el tema y sus motivos para escribirlo, la artista habló con ‘Viva’.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Mon Laferte, la chilena que ha conquistado tanto Viña del Mar como Coachella, estrenó recientemente una canción con sabor y sonidos del doloroso blues, con la cual se liberó de ataduras y dejó atrás una mala experiencia amorosa.

Chilango Blues es ese tema que sacude los sentidos al escucharlo, que provoca identificación y genera catarsis; algo que la artista siempre ha tenido muy presente en la música que hace, la cual se sale de las “normas" de lo que está de moda.

Acostumbrada a incomodar (aunque tal vez no se lo proponga siempre), el audiovisual del tema es la historia de una mujer ligada a una relación tóxica cuyo protagonista es un maniquí con el que carga Mon por todos los lugares adonde va.

¿Cuántas personas no habrán pasado por algo parecido? Sobre este estreno, las motivaciones de su música y la importancia del arte habló la chilena con Viva. A continuación un extracto de la entrevista.

–Tanto el video como la canción son muy intensos, algo oscuros y provocan muchas sensaciones, son duros de asimilar. ¿Cuáles sensaciones le provocaron a usted hacerlos?

–Me encanta que digas eso de que son difíciles de asimilar porque justamente lo que quiero con mi música es transmitir y provocar sentimientos, que el arte no pase desapercibido porque las personas necesitamos esto para que nos muevan y sentir que estamos vivos. Para mí fue un momento especial cuando escribí la canción: fue liberador ya que me sentía un poco frustrada porque tenía problemas amorosos; por eso, creo que me emocioné tanto haciendo el video, me creí tanto el personaje y llegué a creer que el maniquí era mi pareja de verdad.

–Los artistas son dichosos por tener ese tipo de catarsis en sus obras...

–Pienso que soy afortunada de tener esa catarsis y de que me lo permito. No me da miedo entrar en la locura de sentir, por ejemplo, que el maniquí es una pareja y que lo dejo, que termino con él. Me permito toda esa neurosis y después me siento liberada porque siento que algo se sana. Pienso, además, en qué hacen las personas que no pueden hacer canciones y que al menos las mías les sirvan para sentirse acompañados.

–¿Siente eso que dice como una responsabilidad, el ser refugio para las almas de muchos?

–Sí, pero para eso existen las canciones, el cine, el arte en general. Sirve para que nosotros nos identifiquemos y nos refugiemos. A mí me ha pasado toda la vida que cuando tengo un día lindo quiero escuchar canciones que me provoquen más esa felicidad o, cuando el día es malo, busco películas motivadoras o graciosas. ¡Qué bonito que existe el arte que nos puede abrazar de esta manera!

Chilango Blues es una canción densa, pero también hay rock y sonidos alternativos. ¿Cómo fue el desarrollo musical de la canción?

–Me junté con el director y el guitarrista de mi banda para decirles que íbamos a hacer un blues clásico, pero, cuando estábamos en el estudio con las ideas de los tres la canción, fue tomando un tono más ligero. Tiene ese solo de guitarra que es como muy visceral y muy crudo; lo más bonito de todo es que hicimos la maqueta y nos gustó tanto la guitarra y mi voz, que eso fue lo que quedó al final.

–Esta canción marca una nueva etapa en su carrera ya que en el disco Norma quedó lo más pop latino y ahora vuelve a esa crudeza. ¿Qué significa este cambio, este reinicio?

–Sí, también tiene mucho que ver con el cómo se compone; en esta ocasión lo hice a partir de la guitarra eléctrica. Para Norma, compuse mucho con la computadora, tomé samples de percusión más caribeña para trabajar de manera más percutiva; ahora, con la guitarra eléctrica, el sonido me llevó al blues. Estar tan cerca de la música con guitarra me emociona un montón porque me presenta un universo que descubrir por delante.

–En abril de este año fue parte del prestigioso Festival Coachella. ¿Qué resumen hace de su presentación?

–Coachella es increíble. Es un festival muy organizado en que tocan bandas increíbles y todo suena muy bien; es impresionante. Fue lindísimo tocar ahí porque represento a un grupo de música latina que tiene más que ver con la canción y la música en español. Tocar a las 5 de la tarde en el escenario principal es como abrir una puerta más en el mundo de la música donde no importe tanto el idioma; cada vez esto va a ser más natural y es muy bello que se acorten las distancias.

–¿Cuándo regresará a Costa Rica?

–Tengo muchas ganas de ir, me encanta Costa Rica. Tengo gira con fechas en Estados Unidos y Suramérica, pero me falta la visita a esa zona, no solo a Costa Rica sino a todo el resto de Latinoamérica.