Rabath es como muchos limonenses: alegre, buen conversador, honesto al hablar y amante de la música. Claro, con la pequeña diferencia de que él crea su propia música, como una manera de transmitir las historias de Tortuguero, ese pueblo que se esconde en el Caribe norte de Costa Rica.
Su amor por el calipso y la naturaleza lo tiene componiendo y cantando temas desde hace dos décadas. Sin embargo, es hasta el 2013 cuando pudo reunir un puñado de estas en un disco y presentarlo, esta noche, en la capital.
Ese momento soñado por él será hoy jueves, a las 9 p. m., en el Jazz Café de Escazú. Su álbum se llama Caribbean Expression , grabado gracias a la dotación anual para música inédita, de la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (Acam).
“Estos temas son una colección de anécdotas e historias de Tortuguero, de la ecología, presentadas como un cuento. Trato de fomentar la alegría a través de las canciones”, aseguró Roberto Holmes, conocido en el Caribe como Rabath.
El disco es interpretado en idioma creole , según su compositor. Incluye temas como Tortuguero , True Love , Need Some One , One Man Dinner y Tortuguero Tribute . En total son 15 tracks , dos de estos instrumentales.
En la grabación lo acompañará Ulises Grant, quijongo y coros; Ricardo Fonseca, banyo y mandolina; Momo Valverde y Pipo Chaves, percusión. Juntos integran el Calipso Espression Band.
Extrañar el pueblo. Rabath está en San José desde hace unas semanas, en buena parte por el concierto de hoy por la noche, pero, también porque en su querido Tortuguero no hay muchas opciones de trabajo.
Extraña caminar descalzo por sus trillos y calles sin automóviles; esta zona turística le ha dado muchas alegrías, pues ahí aprendió de la mano de Luis Ángel Castro los primeros acordes de la guitarra.
Su incursión en la música ocurrió a principios de la década de 1990, cuando trabajaba como bartender en un hotel de la zona. El propietario quería organizar un grupo de música entre los empleados, y él fue el más apuntado.
Con el tiempo empezó a componer sus primeros temas. Con honestidad reconoce que, al principio, no ganaba ni un cinco con su música, pero con el tiempo mejoró y pudo vivir del calipso.
Ahora tiene años de difundir sus temas y de mostrar que en Tortuguero, al igual que en Cahuita y el resto del Caribe sur, hay talento para esta forma de expresión.