San José (redacción)
Este domingo 12 de febrero los Premios Grammy darán pie a memes, regalarán presentaciones tan esperadas como la de The Weeknd junto a Daft Punk o tan extrañas como la de Lady Gaga y Metallica y sobre todo, serán una oportunidad para conocer una serie de nombres que no oímos regularmente.
Podemos mencionar como ejemplos el año pasado, en el que Meghan Trainor (¿quién?) ganó como mejor artista nueva después de que se popuralizara su canción All About That Bass (ah, ¡esa!) o bien, la ocasión en que Arcade Fire ganó álbum del año sin que la mitad de los asistentes hubiera escuchado su álbum.
Hay que decir lo obvio: tratar de predecir una premiación del calibre de los Premios Grammy, con sus enrevesadas reglas de nominación y votación, es tan complicado como encontrar un canguro (o un Mew) en La Sabana. Pero tratar de predecirlos nos da una excusa para presentar nueva música en este espacio (y para explicar la extraña diferencia entre “grabación del año” y “canción del año”). Veamos.
Mejor grabación bailable (Best Dance Recording)
Los candidatos: ¿Todas las canciones bailables son alegres? No. En Tearing Me Up, el dúo canadiense Bob Moses canaliza las enseñanzas que nos dejaran años de oír Enjoy the Silence para crear una canción tan nostálgica como bailable. Es el mejor candidato por abrazar esa paradoja.
La categoría: Los últimos ganadores (Jack Ü, Skrillex y Zedd) son actos de electrónica que los festivales de música electrónica usan para que la gente se convenza a sí misma de bañarse en pintura. Siendo así, The Chainsmokers tienen mejores posibilidades aunque el encanto se esté esfumando.
Mejor canción de rock (Best Rock Performance)
Los candidatos: Alabama Shakes tiene un sabor del sur de Estados Unidos más cercano al blues y al soul, pero si la pregunta es '¿roquean?', la respuesta es que sí, bastante. El año pasado ganaron el premio a mejor álbum alternativo –por el sabroso Sound & Color– y ahora colocaron el tema Joe, grabado en directo. Es un tema muy tranquilo, pero la voz de Brittany Howard espanta cualquier duda: roquean en serio.
La categoría: es un desastre. Queda claro que para la academia cualquier cosa puede ser rock. Esta categoría, se supone, se entrega al grupo que haya hecho la mejor grabación de una canción y en este año reúne Heathens, de Twenty One Pilots (completamente desconocidos hasta Suicide Squad); Don't Hurt Yourself, de Beyoncé (la canción más roquera entre las nominadas) y Blackstar, de David Bowie (quien antes de morir dejó claro que no quería hacer un disco de rock ni asociarse con el género).
Mejor artista nuevo (Best New Artist)
El candidato: Anderson .Paak se ha ganado a las audiencias estadounidenses con sus presentaciones. Un video en el que canta mientras toca batería con su banda suma más de tres millones de reproducciones y ha tocado desde pequeños conciertos en bares hasta el festival Coachella, en el que repetirá este año.
La categoría: El premio de mejor artista nuevo es muy polémico. En numerosas ocasiones el ganador o ganadora se ha vuelto un completo desconocido. O peor, se ha visto envuelto en un escándalo por no cantar su propia música (como sucedió con los Milli Vanilli). Quizá para Anderson .Paak sea mejor negocio no ganar.
Mejor álbum urbano (Best Urban Contemporary Album)
El candidato: Es posible que usted haya oído hablar de una joven de Barbados que trabaja bajo el nombre Rihanna. Seguro conoce sus pasos de baile y su elegante cuenta de instagram, pero, ¿conoce su música?
Anti es el disco con el que Rihanna le dijo al mundo que no había nada que la apasionara más que una canción romántica bien hecha (Kiss it Better), que tenía sus raíces caribeñas muy presentes (Work) y que en su discografía había paso para experimentar. El disco fue ignorado en la lista del mejor del año, pero por su variedad y calidad, debería llevarse este premio.
La categoría: Beyoncé está nominada con (el excelente, pero no tan urbano) Lemonade. Si Beyoncé no gana en esta categoría, sería extraño que ganara álbum del año, una puerta que la academia, pensando en los ratings, no querrá cerrar tan temprano.
Mejor canción Hip-Hop (Best Rap Song)
El candidato: Del esposo de Kim Kardashian se habla mucho y él mismo se encarga de dar razones para hacerlo. Su canción Ultralight Beam es todo lo opuesto a lo que esperan los que solo lo conocen de titulares: habla de amor, serenidad, cariño. Es una canción de un hombre con una guerra santa en su interior (sí, ese tipo de poesía sale de la boca de West).
La categoría: Kanye compite contra Kanye (también le nominaron Famous, tema en el que insulta a Taylor Swift) y también compite con la canción-meme Hotline Bling. El más beneficiado de todos es Chance the Rapper, quien puede ganar con su propia No Problem, con Ultralight Beam y con Famous.
Grabación del año (Record of the Year)
La candidata: A Beyoncé ya no le caben los premios en la repisa, pero afortunadamente tiene suficiente dinero para comprarse una fábrica de repisas. No es común que la intérprete de una canción pop sea parte del equipo de producción (Adele no aparece entre los diez productores que se necesitó para hacer Hello, por ejemplo), pero Beyoncé es así de especial y sobre todo, talentosa.
La categoría: Se trata de un premio a los productores de la canción, los que hicieron que esos sonidos como de resorte del inicio suenen así de poderosos. Adele podría robarse la vuelta, o bien, los ingenieros detrás de Work, el exitazo de Rihanna.
Canción del año (Song of the Year)
El candidato: Esta premiación de los Grammys nos muestra lo impredecible que es todo. Hace cinco años arrugábamos la cara cuando alguien mencionaba a Justin Bieber, siguiendo la corriente a los cínicos. Ahora JB forma parte de los playlists de miles de esas personas que lo criticaban.
El tema Love Yourself (compuesto junto a de Sheeran), es uno que remite al Bieber que inició todo su viaje como un chico al que le gustaba cantar y tocar guitarra, al mismo tiempo que recuerda que para hacer una buena canción no se necesitan mil instrumentos.
La categoría: Se entrega a quien escribió la canción, por méritos de armonía, melodía, letras. Beyoncé y Adele están en escena.